La Fundación V Encuentro Mundial de las Familias, encargada de canalizar el chorro de millones inyectado por la Generalitat para preparar la visita del Papa a Valencia en 2006 y que al ceder los derechos a RTVV puso en bandeja a la trama Gürtel la ocasión de hacer negocio con el acontecimiento, representa la quintaesencia de los males que se achacan a la gestión de los recursos públicos a cargo de este tipo de entidades que, pese a vivir del presupuesto oficial, se manejan como una empresa privada. El Consell nunca informó a las Corts del gasto incurrido en el evento religioso —que la investigación policial del caso Gürtel cifra en 14,7 millones— mientras las cuentas de la entidad depositadas en el registro de fundaciones no dan ni un detalle sobre cómo se gastaron y a quién beneficiaron los más de 12 millones en adjudicaciones. La manga ancha en las contrataciones convirtió a las fundaciones públicas en refugio laboral de muchas personas, parte de la nómina de «enchufados» de los que habla Compromís. En el tramo final del mandato de Francisco Camps, entre 2007 y 2010, estas entidades pasaron de 857 empleados a 1.349, un incremento del 57 %.

El dato lo ha revelado ahora la Sindicatura de Comptes a través de la Base de Datos Económicos del Sector Público Autonómico Valenciano, una iniciativa mediante la que el auditor de la Generalitat ha recopilado las cifras de todas las entidades que se nutren de fondos públicos y están obligadas a rendirle cuentas —desde el propio Consell a las empresas y organismos públicos hasta las fundaciones, universidades y cámaras de comercio—, de momento desde 2007. Los resultados, hasta ahora desconocidos, son demoledores y explican el espectacular incremento del gasto y la deuda del sector público de la Generalitat.

En cuanto a las fundaciones, si resulta sorprendente el espectacular aumento de la plantilla, lo es más si se tiene en cuenta que estas entidades dispusieron en 2010 de menos recursos que en 2007, lo que significa que al mismo tiempo que reducían su actividad, engordaban la cifra de empleados. En concreto, las 33 fundaciones cuyos datos en 2007 ha agregado el Síndic (en otros dos casos no ha podido hacerlo) declararon en la cuenta de pérdidas y ganancias unos gastos ordinarios de 106,02 millones, de los que 35,40 millones —el 33,4 %— eran sueldos.

Correspondían a los 857 empleados, teniendo en cuenta que en ese ejercicio 9 de estas entidades no ofrecen información sobre la plantilla. Al cierre de 2010, las 35 fundaciones cuyos datos han sido agregados (una ha quedado fuera) sumaron 104,68 millones en gastos ordinarios, de los que 47,94 se fueron en personal, casi la mitad (45,8 %). En 2010 comenzó el proceso de supresión de estas entidades pero ese año el impacto económico fue escaso, irrelevante. En 2011 se acometió la segunda poda, pero habrá que esperar hasta ver los resultados. Tal como publicó este periódico, la mayor fundación fue la de Palau de les Arts, con 363 contratados. Otras con una plantilla importante fueron las del Hospital La Fe, 168; la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo, 88; Favide, 115; o La Luz de las Imágenes, 50 empleados.

Después de las fundaciones, el mayor incremento en personal empleado se registra el sector público empresarial, que engloba a 39 entidades de derecho público y empresas, como RTVV, Ivvsa, Vaersa, FGV, Ciegsa, Cacsa, Proyectos Temáticos o el Instituto de Finanzas. Las mercantiles del Consell incrementaron los gastos ordinarios en un 11,2 % en cuatro años (al pasar de 1.458 a 1.622 millones) pero la plantilla creció más, un 18,3 %, de 6.639 en 2007 —teniendo en cuenta que 4 de las 44 existentes no dan información— a 8.122 en 2010. Buena parte de estos contratados logró la plaza sin pasar por ningún tipo de prueba pública de selección.

Un 20 % más en los «chiringuitos»

Luego hay un grupo de cuatro entidades administrativas y otras tantas comerciales, entre las que se encuentran el Servef y el Ivaj. Quizá porque aquí el margen es más estrecho la plantilla sólo se elevó un 4,7%, de 2.527 a 2.647 en los cuatro últimos años completos de Camps. En total, entre empresas, entidades y fundaciones suman los 12.118 contratados en el sector público que ha denunciado la oposición en las Corts. En 2007 había 10.023, lo que supone un aumento de 2.095 contratados, un 20,9% más en los «chiringuitos» del Consell.

A diferencia de este sector, el personal de la Administración sólo ha subido un 2%, de 127.923 a 130.491, de los que 62.032 pertenecían a la Conselleria de Educación y 54.537, a Sanidad.

Las universidades suman más de 12.000 empleados mientras las cámaras bajaron plazas

Las universidades incrementaron su plantilla en cuatro años un 16,5% hasta situarse con más de 12.000 empleados, según los datos recogidos en la Base de Datos de la Sindicatura (Badespav). Con todo, la cifra global real no se puede saber ya que la memoria económica de una de las cinco universidades públicas (que no se identifica) no ofrece datos sobre el número medio de empleados en el año. El dato está más distorsionado en 2009, con dos que omitieron estas cifras. Con todo, la evolución es clara, al pasar de 10.746 empleados en 2007 a 12.863 en 2010. De todos los entes incluidos en Badespav, sólo las Cámaras de Comercio se aplicaron la receta de la crisis, con un descenso del 12,2% en el número de contratados, que pasó de 320 a 281 en estos cuatro años. j. g. g. valencia