Parece una maldición: los jueces y los pinchazos telefónicos "persiguen" a los responsables de finanzas del PP. Sanchis Perales, Naseiro y Bárcenas. Tres responsables de la caja popular en democracia, y los tres muertos políticamente por las sospechas de financiación irregular. Uno de ellos es valenciano, y más de dos décadas después su nombre vuelve a los titulares.

Ángel Sanchis Perales (Albal, 1938), salpicado por su relación empresarial con Luis Bárcenas, vio truncada su carrera política en 1990 cuando estalla el caso Naseiro en que se vio implicado. El caso Naseiro (por Rosendo Naseiro, entonces responsable de finanzas del PP) salta en 1990 -recién llegado Aznar- y se convierte en el primer gran caso de posible financiación irregular del PP. La investigación comienza en Valencia, por un supuesto asunto de drogas que lleva al pinchazo telefónico de la línea del desaparecido Salvador Palop, entonces concejal del PP en Valencia.

Las cintas recogen charlas referentes a negocios presuntamente fraudulentos relacionados con la construcción, y con importantes cargos populares implicados, entre ellos el tesorero de Alianza Popular entre 1982 y 1989 y exdiputado del PP, Ángel Sanchis Perales, un histórico del PP valenciano y correligionario de Manuel Fraga.

Las conversaciones revelan, entre otras cosas, cómo Sanchis trata con Palop, presunto eje de la captación de fondos, una comisión de 50 millones de pesetas por una obra del Ayuntamiento de Cullera, así como otros posibles asuntos en Torrevieja o Valencia.

Durante la investigación resultaron detenidos Rosendo Naseiro y Salvador Palop, así como varios empresarios. El juez de instrucción de Valencia Luis Manglano remite el caso al Tribunal Supremo por ser Sanchis Perales aforado. Pero, finalmente, el alto tribunal invalida las escuchas al entender que se había violado el derecho a la intimidad de los acusados.

No hubo consecuencias jurídicas, pero sí políticas. A finales de 1990, en una sesión secreta de la Comisión del Estatuto del Diputado del Congreso, Sanchis Perales afirma: "No he hecho nada que no hayan hecho otros miembros [de otras formaciones] en la financiación de partidos políticos. Es un ejercicio de cinismo estar acusándome a mí. [...] Hemos recibido dinero los partidos de señores que lo dan, pero nunca a cambio de nada, nunca por una motivación concreta, nunca por nada que pudiese ser cohecho".

Aunque aún anduvo un tiempo vinculado al PP (incluso como asesor en el Congreso), Sanchis Perales se centró desde entonces en sus negocios de inmobiliaria y el sector agroindustrial. En Argentina, país donde ya tenía relaciones comerciales antes de dejar la política, lidera un imperio familiar de 30.000 hectáreas en la región de Salta. De sus tierras y fábricas salen buena parte de los limones en fresco y zumo que llegan a la UE.

Sanchis Perales, con todo, mantuvo las viejas amistadas. Y es que Bárcenas había llegado al PP en 1982 de la mano del valenciano y trabajó a sus órdenes, según antiguos dirigentes del partido.

Mientras Perales se centraba en sus negocios de ultramar, Bárcenas se convirtió en el hombre fuerte de las finanzas del PP. Generoso con los altos cargos, a los que entregaba sobres con sobresueldos en "B", según informaciones periodísticas, pero "tacaño hasta extremos increíbles" con los empleados, a los que hacía pedir por escrito hasta el material de oficina, relatan desde Génova.

Finalmente, en 2009 estalla Gürtel, y el extesorero imputado recurre a su mentor y le da poderes sobre sus cuentas en Suiza para enviar parte de su patrimonio a sus empresas.

"No voy a hablar con nadie. Estoy ocupado"

El empresario valenciano y extesorero de Alianza Popular Ángel Sanchis Perales declinó ayer realizar valoraciones sobre su relación con Luis Bárcenas. "No voy a hablar con nadie. Estoy muy ocupado con visitas", respondió a la llamada telefónica de este diario. Sanchis Perales se dedica a su empresa inmobiliaria y al negocio agroindustrial, con la firma 'La Moraleja', en la región de Salta (Argentina).