"Todo esto viene porque en su momento fui presidente del CD Castellón. Es surrealista y lo que quiero es olvidarme de esta pesadilla y que los abogados actúen como tengan que actuar". Así se manifestaba ayer José Laparra en un programa de televisión de la cadena Antena 3 en el que aseguró que nunca quiso amenazar a la pitonisa y que lo único que quería era recuperar el dinero que invirtió en un negocio, unos 145.000 euros. Laparra fue detenido el miércoles en el municipio zaragozano de Magallón tras acceder presuntamente junto a otras tres personas a la casa de una pitonisa.

"No fue por una consulta de amor, ni un ritual que encargué, ni nada de eso", afirmó en la conversación telefónica. Según explicó en televisión, él le pidió a la amiga, a través de la cual conoció a la vidente, que le acompañara a su casa para recuperar el dinero "porque veía cosas raras".

Lo que no sabía, según relató, es que esta amiga en común llamó a otras dos personas, a las que él no conocía. "La amiga me decía que esta persona era algo extraña y decide llamar a otras dos personas y yo en ningún momento sabía que llevaban un arma, si era simulada, de broma o lo que sea", añadió el expresidente. Sigue contando que llegan a su casa y la pitonisa "se escondía" porque "me había estafado y tenía miedo". "Nos abre su padre y le digo que quiero que me devuelva el dinero porque su hija me ha engañado, el padre no se sorprende de lo que le digo, e incluso me da una cantidad de dinero muy importante y me dice que el resto me lo devuelve al día siguiente".

Según Laparra, la cosa se complicó porque la pitonisa se asustó al ver a las otras dos personas que no conocía y llamó a la Guardia Civil. "Además, lo que yo no sabía que es que aunque te abran la puerta sin mostrar ninguna fuerza, si te dicen que te vayas y no te vas también es allanamiento de morada", concluyó. Laparra no se presentó ayer en los juzgados por el supuesto saqueo a las cuentas del club y ha sido citado para el 14 de octubre.

Lucía Martín, así se llama la pitonisa vive en Magallón (Zaragoza) con su padre desde hace dos años pero, según fuentes consultadas por este periódico, ella es de Barcelona. En todo este tiempo, apenas se ha dejado ver por este municipio de unos mil habitantes.

Laparra negó haber entregado a la pitonisa 165.000 euros para que esta le preparara un conjuro para enamorar a una tercera persona que, sin embargo, no tuvo el efecto deseado. "La única verdad es que sí hice una inversión en una empresa que sí se dedicaba al tarot y a este tipo de rituales, pero de ahí a que yo haya pagado 165.000 euros por amor, es una barbaridad", afirmó.