La corrupción en la Comunitat Valenciana centró parte del discurso de un presidente que ayer reconoció no estar «plenamente satisfecho» al no haber logrado el objetivo de limpiar la imagen de la C. Valenciana. Admitió el deterioro «por los diversos casos de corrupción que han surgido», pero mantuvo que no es un problema propio ni exclusivo». Y señaló, citando al Consejo General del Poder Judial, que es Andalucía la que encabeza la lista de asuntos turbios, superando a la CV. Recordó sus líneas rojas y mantuvo que su gran prioridad junto al empleo es «la guerra sin cuartel contra la corrupción». En esta línea reiteró que no contará en sus listas con imputados por corrupción y, aunque admitió, que podría cometer «injusticias», el PPCV se ha dado cuenta de que «tenía que renovarse y quedar limpio de sospecha» .

Junto a la corrupción, Fabra aprovechó el altavoz del Club Siglo XXI para defender su posición en la batalla de la nueva financiación. Horas antes, representantes de seis autonomías (Aragón, Asturias, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, escenificaron su propia alianza para oponerse al frente formado entre Valencia y las comunidades de Murcia y Baleares. Y lo hizo para asegurar que a pesar de lo que creen otros el modelo que defiende la Comunitat Valenciana «no discrimina a nadie». El jefe del Consell puso en valor sus reformas en la Generalitat y los indicadores económicos positivos.

La conferencia en el Club siglo XXI fue el arranque de una intensa agenda en la capital de España. Hoy, martes, Fabra asistirá al Debate sobre el Estado de la Nación y también tiene prevista una reunión con la ministra de Fomento, Ana Pastor. En la agenda no figura ningún encuentro en Hacienda. Por la tarde, asistirá a la cena organizada por Conexus.