El Partido Popular de la Comunitat Valenciana maneja una encuesta que dejaría a la formación de la gaviota a un escaño de seguir gobernando en la Generalitat Valenciana previo pacto con Ciudadanos. El sondeo, que obra en poder de Presidencia de la Generalitat y que, según las fuentes consultadas ha sido encargado por la dirección nacional del partido, otorga al PP de la C. Valenciana la mayoría de los votos, pero lejos de la mayoría absoluta, situada en 50 diputados. El estudio demoscópico asigna al PP 37 votos y 12 a Ciudadanos, una partido que entraría en las Corts por la puerta grande. Sin embargo, en la hipótesis de que ambas formaciones sumaran fuerzas se quedarían a un escaño de la mayoría absoluta.
La encuesta, que han visto ya varios dirigentes populares, rebaja las expectativas del último sondeo encargado y difundido por la calle Quart, según el cual el PP obtendría 43 diputados. Ahora bien, abre una puerta a la esperanza ya que con la irrupción de Ciudadanos, las opciones de seguir en la Generalitat se multiplican.
Por otro lado, el voto de la izquierda se fractura, si bien el PSPV que dirige Ximo Puig es el que obtendría el mayor respaldo: 24 escaños frente a los 20 de Podemos. El partido de Pablo Iglesias sigue con una expectativa de voto alta en la Comunitat Valenciana, muy cerca de los socialistas. Con todo, quien peor parados salen son Compromís y Esquerra Unida. La candidatura liderada por Mònica Oltra se tendría que conformar con seis escaños, mientras que Esquerra Unida viviría su peor pesadilla: quedarse como fuerza extraparlamentaria. UPYD no lograría el 5% necesario para entrar en las Corts.
La nueva encuesta evidencia en todo caso que los pactos serán claves después del 24-M, ya que ninguna formación tendría la mayoría suficiente para gobernar en minoría. Fuentes del PP admitieron ayer que existen ya desde hace tiempo contactos con Ciudadanos, un partido hasta hace poco sin presencia en la Comunitat Valenciana y que encabezará Carolina Punset. Según estas fuentes existen conversaciones entre cargos intermedios de ambos partidos.
De cara a la galería, sin embargo, la estrategia del PP, al menos a nivel nacional, ha sido la de pasar al ataque con el objetivo de deteriorar al partido de Albert Rivera. «Lo que de aquí a elecciones nosotros subamos, será lo que bajen ellos», reflexionaba ayer un dirigente.
