El deterioro de los apoyos del viaducto de Contreras ha obligado al Ministerio de Fomento a programar un nuevo corte de la A-3, esta vez en sentido Madrid, una vez solucionados los problemas detectados en esta infraestructura y que han obligado a diversos cortes y restricciones al tráfico desde febrero de 2013 hasta el pasado 20 de marzo.

El tráfico de los cerca de 10.000 vehículos que circulan diariamente por este tramo de la A-3 serán desviados a partir de este jueves por la antigua N-III entre los kilómetros 254 y 243, enclavados en las poblaciones de Villargordo del Cabriel (Valencia) y Minglanilla (Cuenca).

El ministerio ha ejecutado conexiones directas entre la autovía A-3 y la N-III «favoreciendo la fluidez del tráfico y minimizando la afección directa sobre ambas poblaciones».

En la vieja calzada se han aplicado parcialmente algunas capas de asfalto, repintado las marcas viales y mejorado la señalización vertical. Además se han limpiado y despejado las cunetas y todas las obras de fábrica.

Respecto al tiempo en el que permanecerá cortada la autovía, la nota del ministerio se expresa con cautela: el corte arranca el jueves y «está previsto» que la apertura de la calzada tenga lugar «de forma previa a las operaciones de tráfico estivales».

La reparación permanente

Según el comunicado del ministerio de Fomento el motivo del corte es «la sustitución de los apoyos del viaducto sobre el embalse de Contreras», lo que aparentemente supone repetir en esta calzada todas las intervenciones realizadas en sentido Valencia con una duración de dos años, con un coste desconocido y sin que se hayan identificado posibles responsabilidades.

El puente, formado por plataformas de hormigón que descansan en dos celosías metálicas—una por sentido— fue inaugurado en diciembre de 1998 y desde el primer día obligó a intervenciones casi permanentes en las juntas de dilatación. Sin embargo, 15 años después de su inauguración, en febrero de 2013, el deterioro era ya muy evidente y peligroso y el ministerio «para preservar la seguridad vial», según afirmó entonces, cortó la calzada en sentido Valencia para sustituir una pieza metálica de 3 toneladas.

Un mes después la A-III se abría de nuevo al tráfico, aunque de forma efímera. El 4 de octubre volvía a cortarse al tráfico hasta unos días antes de la navidad de ese mismo año.

El 17 de diciembre de 2013, Levante-EMV adelantaba en exclusiva que el ministerio de Fomento había detectado problemas similares en el sentido Madrid, aunque la intervención—ahora programada— quedó entonces pendiente de finalizar por completo las reparaciones en sentido Valencia y la disponibilidad presupuestaria.

El ministerio ha seguido realizando obras durante algo más de dos años hasta darlas oficialmente por concluidas, en sentido Valencia, el pasado 20 de marzo. Ahora toca actuar en el otro lado del gran viaducto.