El Ejecutivo de Alberto Fabra estará operativo hasta prácticamente el último momento, tanto que su última decisión antes de que formalmente el socialista Ximo Puig nombre un nuevo gobierno será aprobar las cuentas de las empresas públicas. La decisión, con la que el Consell dará el visto bueno a la gestión de sus sociedades mercantiles, se suma a la aprobación ayer mismo de la Cuenta General de 2014, el documento económico que detalla todos los gastos e ingresos contraídos en el ejercicio, la fotografía de cómo están las cuentas públicas. Fuentes del Consell precisaron que el titular de Hacienda, Juan Carlos Moragues, tiene previsto convocar a los medios de comunicación a principios de semana para explicar la Cuenta General. De esta manera, la conselleria de Hacienda podrá, todavía desde el Gobierno, dar su versión sobre el último ejercicio cerrado, una manera de atemperar las críticas que podría recibir del nuevo Ejecutivo si le hubiera corresondido la aprobacion del documento económico. Cabe apuntar que el nuevo Gobierno no descarta hacer una auditoría interna sobre la situación de las cuentas. De momento, ha anunciado que revisará la deuda contraída.
La Conselleria de Hacienda tenía de plazo hasta finales de mes (en concreto hasta el 30 de junio) para aprobar la Cuenta General, con lo cual entraba todavía dentro de su cometido ya que Puig no tendrá nuevo gobierno hasta el lunes, 29. Ahora bien, el Consell no se limitará a aprobar las cuentas. Moragues quiere controlar él mismo una información siempre polémica. Cabe apuntar que la Cuenta General revela, entre otras cuestiones, cuál es la situación patrimonial de la Generalitat, así como la mochila de gastos que heredará el nuevo Gobierno. También contiene datos sobre las obligaciones pendientes de pago.
Moragues ha puesto especial interés en dejar atada todas la grandes decisiones de la conselleria antes de marcharse a la oposición. El documento de la liquidación del presupuesto se remite a la Sindicatura de Comptes para la auditoría anual.
La aprobación in extremis de las cuentas de las empresas públicas también tiene enjundia. También es un trámite obligado para la Generalitat antes de final de junio, si bien otros años se había incumplido el plazo. De ahí que este último acuerdo puede levantar suspacacias ya que el sector público ha acumulado numerosas sospechas en la gestión.
