La coordinadora de los Grados en Educación Infantil y Educación Primaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón, Rosa García Bellido, ha diseñado una herramienta para la evaluación de la competencia «aprender a aprender» en el colectivo de profesionales de la educación, que permite medir su actitud con respecto a la formación profesional continua. Esta herramienta de evaluación, aplicable tanto a profesionales en ejercicio como a estudiantes que finalizan la carrera, permite medir si se ha adquirido esta competencia, que capacita para seguir aprendiendo a lo largo de la vida profesional, demostrando si saben detectar qué necesitan aprender y cómo acceder a ese conocimiento, si tienen interés por lo que hacen otros profesionales para mejorar o si mantienen una actitud positiva hacia la formación continua.

El diseño de esta herramienta de evaluación de competencias, que ha constituido la tesis doctoral de la profesora de la CEU-UCH Rosa García Bellido, ha permitido definir ítems, escalas y pruebas, útiles como indicadores para la evaluación de la competencia «aprender a aprender», que la autora identifica con la comprensión de lenguajes científicos, el conocimiento y uso de recursos formativos y la actitud favorable hacia la mejora permanente. «Actualmente se necesitan profesionales de la educación que sean capaces de adaptarse a las nuevas demandas educativas, por lo que la formación no acaba al finalizar la carrera, sino que se debe saber 'aprender a aprender' tras los estudios universitarios. La herramienta que hemos diseñado está orientada a medir de forma específica esta competencia, que define el grado de compromiso con la profesión desde la mejora propia», señala la profesora de la CEU-UCH.

La herramienta diseñada se ha testado en la tesis doctoral de la profesora García Bellido, mediante un estudio piloto realizado sobre un total de 308 sujetos, de entre 20 y 58 años, en Valencia, Castellón, Elche, Sevilla y Madrid, 99 de los cuales trabajan como orientadores, maestros, profesores de secundaria y profesores de universidad en centros públicos, privados y concertados. Los 209 restantes son estudiantes de diferentes grados, licenciaturas y másteres del ámbito de la educación, todos ellos de último curso.