Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Juan Monterde: "Las matemáticas nos preparan para una sociedad cada vez más tecnológica"

"Recuperar la cuarta hora semanal de matemáticas en primero de Bachillerato era totalmente necesario"

Juan Monterde: "Las matemáticas nos preparan para una sociedad cada vez más tecnológica"

La aplicación de la Lomce en la Comunitat Valenciana, reducía de cuatro a tres las horas las matemáticas que se estudian en primero de Bachillerato. La nueva conselleria ha rectificado esta reducción del 25 % de la docencia de esta materia y del resto de asignaturas troncales de opción. ¿Cómo valora la modificación?

No puedo más que expresar la satisfacción de todos los colectivos relacionados con la enseñanza de las matemáticas por esta rectificación que, aunque tomada de forma urgente por lo avanzado del calendario, era totalmente necesaria. El informe comparativo que preparó la Societat d'Educació Matemàtica Al-Khwarizmi de la C. Valenciana (Semcv) evidenciaba que esta comunidad era de las que menos horas de matemáticas se imparten en Bachillerato, con el perjuicio que esto producía en la formación de nuestros estudiantes. Las matemáticas ayudan a estructurar el razonamiento, fomentan la cultura del esfuerzo, son herramienta para las otras ciencias y preparan para una sociedad cada vez más tecnológica.

Los titulados en Matemáticas son los que menos paro sufren. ¿A qué atribuye este éxito?

La explicación que yo le doy es doble. Por una parte es un ejemplo de la aplicación de la ley de la oferta y la demanda. En general, la demanda de estudios de matemáticas nunca ha sido muy abultada. En los años anteriores a la crisis fue incluso menor. Las diversas ingenierías y las nuevas titulaciones eran nuestros competidores. Ahora ya no es así, pero los matemáticos que ahora están en el mercado laboral son los que fundamentalmente cursaron sus estudios hace algunos años. Por eso, la oferta de matemáticos no es muy elevada. Así, aunque la demanda tampoco sea mucha, prácticamente iguala la oferta. Por otro lado, parte del éxito es también debido a una de las características de estos estudios, su versatilidad. Lo que intentamos enseñar a nuestros estudiantes es a pensar en términos matemáticos, a abstraer lo que haya de común en un problema concreto y a deducir razonadamente la solución o el método a aplicar para hallarla. Eso es lo que hace que un matemático pueda aplicar sus conocimientos a áreas muy diversas y que cada vez más, la docencia no sea la salida canónica, sino que puedan encontrarse matemáticos trabajando en finanzas o en equipos de investigación multidisciplinares, por dar solo dos ejemplos.

¿Esta empleabilidad se refleja en una mayor demanda de los grados que ofrece la Facultat de Matemàtiques de la UV?

Es uno de los factores que influyen. Tal como he mencionado antes, los estudios de matemáticas son un valor refugio en estos tiempos que corren. Ahora bien, yo no aconsejaría a nadie que se matriculara en el grado en matemáticas pensando que en el futuro tendrá trabajo con una alta probabilidad. No. Las matemáticas han sido, son y serán unos estudios fundamentalmente vocacionales. Te tienen que gustar. Tienes que disfrutar haciendo matemáticas. Sin esa condición, todo el esfuerzo y el tiempo que le tienes que dedicar durante los cuatro años del grado puede llegar a ser insuperable. La alta empleabilidad debe de ser solo un factor adicional en la decisión.

¿Qué siente cuándo oye eso de «es que yo soy de letras, a mi las matemáticas...»?

Las matemáticas exigen un esfuerzo en el sentido de que hay que ir asimilando paulatinamente no solo conceptos, sino también un lenguaje nuevo. La construcción de ese conocimiento matemático es la que puede fallar si no se hace progresivamente y en ese caso es fácil rechazar la posibilidad de intentarlo de nuevo. Recientemente asistí a una conferencia en la que el orador nos recordó que etimológicamente matemático quiere decir aquel que está dispuesto a aprender. En efecto, los matemáticos tenemos la mente abierta para buscar la belleza allí donde esté, en nuestras deducciones, en la ciencia en general, o en el arte. En el mundo actual la ciencia está en todas partes. Por eso creo que el conocimiento científico debería ser parte integrante de la formación de la persona y que no deberían existir autolimitaciones.

La propia Facultat impulsa un proyecto de estimulo del talento matemático entre los jóvenes, el Estalmat; las sociedades matemáticas también desarrollan olimpiadas, pruebas canguro... ¿Cómo valora estas actividades destinadas a promocionar las matemáticas entre los estudiantes de Primaria y Secundaria?

Es imposible no valorarlas positivamente. La ilusión que ves en los escolares es una bocanada de aire puro y renovador. Y me pregunto, ¿qué es lo que hace que esas chicas y chicos dediquen tiempo fuera de la escuela para intentar resolver problemas matemáticos? No es el espíritu competitivo, no. Entre ellos forman grupos en la redes donde se comentan los problemas, se ayudan unos a otros... Yo creo que es esa chispa de científicos en ciernes que compiten contra sí mismos, por el puro desafío intelectual. No solo se promocionan las matemáticas, se fomenta la ciencia en general. Se fomenta el método deductivo: entender el problema, trabajarlo experimentalmente, plantear la estrategia óptima... todo eso es lo que hace un científico.

Compartir el artículo

stats