El infierno está empedrado de buenas intenciones y algo así le sucedió ayer al presidente de las Corts, Enric Morera. El titular del Legislativo reunió ayer a la Comisión de Reglamento, integrada por los miembros de la Mesa de la Cámara y quince parlamentarios, para «buscar consensos previos» con toda «transparencia» antes de la Junta de Portavoces de hoy, a la vista de que le han llegado «muchas iniciativas» de reforma del Reglamento. Aludía a la propuesta del tripartito de modificar la citada norma para garantizar la paridad en los órganos de las Corts „tras el fiasco de la Mesa solo de hombres elegida inicialmente„ y las peticiones de creación de nuevas comisiones sobre RTVV e Igualdad. Pero la iniciativa resultaba atípica: Como propuestas legislativas, su tramitación pasa ahora por ir a pleno, sin preámbulos, y de hecho, el orden del día no rezaba más que el enunciado «tramitación de documentos».

Por eso, cuando le llegó el turno, el portavoz del PP, Rubén Ibáñez, embistió contra Morera sin contemplaciones. Lo acusó de «usurpar las competencias del pleno» de las Corts, de «vulnerar el reglamento» y de citarlos a una reunión «inútil» que supondrá «la tramitación de documentos más cara de la historia» para hablar de algo que «se ha publicado en el Boletín de las Corts» y que podían haber tratado «en un pasillo» o «en un despacho» y a «coste cero».

27 minutos de comisión

El popular se refería al abono de kilometraje a los diputados asistentes, fijado en 0,32 euros por kilómetro. A la socialista Ana Barceló, por ejemplo, de Sax, le corresponden 85 euros, y al propio Ibáñez, de Castelló, 41. En total, enre 600 y 800 euros en kilometraje por una sesión de comisión que duró exactamente 27 minutos.

Ibáñez expresó su «perplejidad» por la convocatoria, criticó que se vaya de «ocurrencia en ocurrencia», instó a ponerse a trabajar ya «con rigor» y remató: «Açó és un desgavell». El duro alegato enfadó a Morera, quien le respondió desde la presidencia que la convocatoria pretendía «poner transparencia e información» en el inicio de esta legislatura y acabar con las «viejas prácticas de la mayoría absoluta» del anterior gobierno del PP. Morera defendió la necesidad de la reforma del reglamentaria porque el anterior gobierno popular de la Cámara recibió hasta 15 sentencias en contra por vulneración de derechos de los diputados al negar documentación amparándose en la norma actual. Y sostuvo que puede «tener un debate, no para votar sino para concretar puntos de vista», con el fin de ganar en «tiempo y eficacia» a la hora de abordar la modificación reglamentaria.

Mientras Morera intervenía como si de un turno de diputado de Compromís de la oposición en la anterior legislatura se trataba, el popular Alejandro Font de Mora, a su lado como vicepresidente segundo de las Corts, lo marcaba musitándole al oído: «Te estás prevaliendo de tu condición de presidente» para responder al diputado del PP. E insistiéndole en que, como presidente, su función es dirigir la sesión, no enzarzarse con la oposición. La tensión subía enteros y el presidente optó por dar una mazazo virtual dando por finalizada la comisión mientras el síndic del PP, Jorge Bellver, intentaba tomar la palabra. «¿Qué decisión ha de tomar la Junta de Portavoces sobre estás propuestas de reforma?», le inquirió. «Te lo diré en privado», le constestó Morera, ante la indignación del PP: «Nuevamente increíble!».

La discusión prosiguió en pasillos y desembocó en el apacible ecosistema del jardín de las Corts, bajo el imponente ficus centenario que lo preside. Allí Morera le pidió disculpas a Bellver por haberle cortado de esa forma. Y Font de Mora hizo de notario de la paz: «Pelillos a la mar». Lo único en claro fue que hay coincidencia en abordar una reforma «integral» y «amplia» del reglamento, que vaya más allá de los «parches» presentados.