El juzgado de Instrucción número 2 de San Vicent del Raspeig ha decretado el el archivo provisional de la causa abierta contra varios mandos que dirigieron la extinción del incendio forestal de Torremanzanas, el 12 de agosto de 2012, que se saldó con dos fallecidos: un brigadista y un agente forestal„ y otros tres heridos de diversa gravedad.

El juzgado abrió diligencias previas por la presunta comisión de un delito de Homicidio y Lesiones aunque tras recibir a las partes y testigos y practicar las periciales, el Ministerio Fiscal solicitó el archivo de la causa por no ser los hechos constitutivos de infracción penal.

La juez ratifica la propuesta de la Fiscalía y en su auto explica cuáles son las exigencias, según la jurisprudencia, para tipificar un comportamiento como imprudente. Y concluye, tal como plantea Fiscalía, «que esas exigencias no se dan en este caso», explicaron fuentes del TSJ.

Así, afirma la juez que en el incendio de Torremanzanas, que arrasó 600 hectáreas y se cobró dos vidas, «no concurre la necesaria relación de causalidad entre la ac tuación de los imputados y el siniestro, p or cuanto la acción de detener el convoy a mitad del camino y prender un fuego técnico para lograr frenar el frente principal no se ha comprobado que creara un peligro jurídicamente desaprobado o, lo que es lo mismo, comportar la infracción de un deber de cuidado».

La juez se apoya en un informe del Grupo Operativo de Investigación de Incendios Forestales de la Conselleria de Gobernación y Justicia que no considera «inadecuada» la maniobra para el fin pretendido. Además, confirma que la maniobra del contrafuego se ejecutó correctamente a 400 metros del frente principal.

El informe relata que la lengua de fuego que acabó con la vida del agente medioambiental y del brigadista no procedía del frente principal. «Al parecer, se originaron „las llamas„ aisladamente, de forma súbita ya una velocidad de propagación inusitada y no previsible, siendo que dicha circunstancia sorpresiva fue causa del desastre, sin concurrir negligencia alguna atribuible a los mandos imputados».

El incendio comenzó el 12 de agosto de 2012 en la partida de Rabosina de la localidad alicantina de Torremanzanas y se extendió a los términos municipales de Penáguila y Benifallim. El origen del fuego estuvo, según las investigaciones, en la avería de un coche que ardió junto a una zona de masa forestal.

En el proceso declararon varios responsables de bomberos así como un coordinador de brigadas de Tragsa, imputados en un presunto delito de homicidio y lesiones imprudentes por las órdenes que dieron a las víctimas mortales y a otros efectivos de extinción que resultaron heridos ese día.