Cuando se presentó por Solidaritat per la Independencia las ganas de los catalanes por salirse de España no alcanzaban el 20 %. Ahora, según las encuestas, ya es la mitad de la ciudadanía. ¿Cómo ve este incremento exponencial en cuatro años?
Veo una parte positiva. Hay una mayoría de catalanes que opta por la independencia y no otras opciones como nuevos estatutos. Y otra negativa. No se está haciendo lo que hace falta.
¿Y qué hace falta?
No hay otra solución que la independencia unilateral. La vía del diálogo no funciona. Dentro de la legalidad española la independencia es imposible. El Constitucional lo anulará.
Según usted, que fue vocal del Consejo General del Poder Judicial, ¿cómo ha influido la justicia en la actual situación?
Los jueces lo que hacen es aplicar la ley que vigente y eso genera un sentimiento de agravio, pero el agravio solo sirve para convencer a la gente pero para nada más. En los últimos tres años no ha pasado nada.
¿Qué pasará si ganan las listas independentistas?
No pasará nada. Sólo continuará la situación crónica de enfrentamiento. Según una reciente encuesta, los catalanes que piensan que el proceso acaba con la independencia son el 20 %. Uno ha de saber que paga los impuestos a la Hacienda española y hasta que eso no acabe... Y ni Convergència ni tampoco Esquerra Republicana han puesto en marcha una Agencia Tributaria propia.
¿Quiere decir que sólo creen en la independencia un 20 % de los catalanes?
Hay una presión popular muy fuerte. Eso no es ficticio.
¿Cómo un saguntino se hace indepentista de los Països Catalans?
Siempre he estado en el catalanismo en el País Valencià. Desde el Franquismo. Ya de joven tuve una estrecha relación con Joan Fuster y hasta ahora.
¿Tiene futuro el independentismo en la Comunitat Valenciana?
El País Valenciano no está en eso. Está entre «PP sí o PP no», que ya es suficientemente importante. No hay ningún proyecto común entre los partidos que están ahora y están buscándolo.
