El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su primer discurso ante el rey Felipe VI se mostró muy reivindicativo en su reclamación del fin de la marginación de la Comunitat Valenciana. Con todo, hubo que leer entre líneas su mensaje en favor de una reforma federal de la Constitución y un sistema de financiación que entierre la discriminación que sufren los valencianos respecto a otras autonomías. Acabar en definitiva con «la invisibilidad de los valencianos».

En una intervención, no exenta de guiños a la «tercera vía» entre el independentismo catalán y el inmovilismo que el PSOE atribuye a Rajoy, Puig dejó claro que «como país, debemos trabajar juntos, unirnos y hacernos más fuertes». Este reto, según el jefe del Consell, que se ha ofrecido como interlocutor entre el nacionalismo catalán y la Moncloa, «implica reformar con inteligencia, prudencia y coraje».

«Igualdad y singularidad»

«Reformas que suman igualdad y singularidad», sentenció en un gesto al Estado federal que abanderan los socialistas. «Reformas para reconocer las singularidades de todas las regiones y nacionalidades de España», añadió en una defensa de un país plural que el PSOE aprobó en la llamada Declaración de Granada.

La infrafinanciación endémica que padece la Comunitat Valenciana también se coló en el discurso de Puig, quien invitó a acometer «reformas para garantizar que todos los españoles y españolas tengan las mismas oportunidades vivan donde vivan».

En esta llamada al reformismo «para devolver la vitalidad a nuestra democracia», el presidente de la Generalitat abogó por la necesaria complicidad de la Corona: «Nadie como usted Majestad ha entendido el valor de la regeneración institucional».

Puig añadió que en dichas reformas «la C. Valenciana quiere participar». «Los cinco millones de valencianos vamos a dar un paso adelante, con lealtad y con firmeza, para superar nuestra invisibilidad porque así podremos formar parte activa del futuro de España, y eso será bueno para la Comunitat y para España», concluyó.

El jefe del Consell coincidió con el discurso de los premios Jaime I en la necesidad de un pacto nacional por la ciencia al señalar que «no hay futuro sin innovación». Sostuvo que la investigación, la ciencia y la tecnología configuran «la plataforma que debe reubicar a la C. Valenciana y España en el siglo XXI».