El corredor mediterráneo adaptado a la «alta velocidad y ancho europeo» entre Valencia y Castelló debería haberse abierto al tráfico el pasado 15 de enero, tal como se comprometió la ministra de Fomento Ana Pastor. Tras este clamoroso incumplimiento del compromiso ministerial, las previsiones más optimistas retrasaban hasta abril la llegada del mal llamado «AVE» a Castelló. Para esa fecha ni estará ni se le espera, según las previsiones de los técnicos.
Y mientras, las obras del corredor mediterráneo tienen una incidencia directa en el servicio ferroviario con especial incidencia en las Cercanías entre Valencia y Castelló que usan alrededor de 15.000 personas al día. Los usuarios son los principales damnificados al perder frecuencias y sufrir constantes retrasos. De hecho, de una oferta diaria de cuarenta trenes por sentido entre Valencia y Castelló las obras del eje mediterráneo han reducido esta oferta hasta los 25 trenes por sentido.
La operadora Renfe ha intentado suplir estos recortes con duplicando la capacidad de los trenes que viajan en «doble composición». Pero los retrasos y la incerteza en el tiempo y la hora de llegada es el pan nuestro de cada día de los 15.000 usuarios de las Cercanías entre Valencia y Castelló. Pero también de los usuarios de los servicios de media y larga distancia en el corredor mediterráneo que rondan los 5.000 viajeros al día. Todos deberán continuar armándose de paciencia durante 2016. La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, también denunció ayer los continuos recortes en los trenes de Cercanías.
Carta del Consell a Fomento
Ante el retraso de las obras del tercer carril entre Valencia y Castelló la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, anunció ayer que ha remitido una carta al Ministerio de Fomento para expresar «el malestar» del Consell por la demora de los trabajos y «la falta de información que aporta el Ejecutivo central al respecto».
