Ser familia de acogida implica trabajo y esfuerzo. Pero quienes lo han probado una sola vez ya no pueden dejarlo. Engancha. Ser familia de acogida implica, también, dejar atrás lo prejuicios y pensar en los niños que viven en centros de acogida, que no tienen familia, o que sí la tienen pero no pueden hacerse cargo de ellos. «Los niños deben crecer en un hogar. Hasta que la Generalitat encuentre una familia de adopción no deben vivir entre cuatro paredes.

Una residencia no es lugar para un niño. Sea como sea, tenga la edad que tenga. A no ser que el menor no quiera. Hay pocos casos, pero también los hay. El objetivo debe ser ampliar el número de familias y no consentir que ningún niño crezca sin el calor de un hogar». Esa es la filosofía. El discurso se repite caso tras caso, familia de acogida, tras familia de acogida.

La Generalitat Valenciana trabaja con las 2.765 familias de acogida que hay en la actualidad „46 más entre diciembre de 2015 y mayo de 2016„ en las diferentes modalidades. Reconoce la labor, el esfuerzo, el trabajo, las dificultades con las que se encuentran estas familias... Pero necesitan muchas más. En la actualidad 1.083 menores tutelados por la Generalitat Valenciana viven en centros de acogida. Algunos salen los fines de semana o las vacaciones con alguna familia. Otros, no.

Pero, ¿cuáles son las características de esos menores? Desde la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (Aseaf) y desde la Asociación de Voluntarios de Acogimiento Familiar (Avaf) la respuesta en sencilla: «niños con necesidades especiales aunque, lo cierto es que si el niño tiene más de seis años, la cosa se complica». «Mucha gente pensa que acoger a un niño más mayor supone más problemas pero no es así. Si el menor acepta ir con una familia es porque quiere,y eso facilita mucho las cosas», explica Pedro García, miembro de la junta directiva de Avaf. Los menores con necesidades especiales son otro cantar. «A los niños que están enfermos o que tienen necesidades especiales sí que no los quiere nadie... y son precisamente los que más necesidades tienen», asegura García, que tiene dos niñas de estas características en acogida. «Un niño con problemas me llamaba más la atención porque sabía que nos necesitaba», explica.

Cambios en el sistema

Las familias de acogida, sin embargo, tienen muchas propuestas para que la Generalitat Valenciana mejore el sistema. De entrada, que los pagos se realicen de forma mensual, y para continuar, idear un sistema donde «los datos del menor estén protegidos pero se pueda acceder a su historial clínico, psicológico, familiar... No nos dicen nada y muchos problemas se solucionarían más rápido y nosotros no tendríamos que ir dando tantos tumbos», recalcan. Lo segundo queda encima de la mesa, pero lo primero ya tiene solución, aunque la demora ha generado críticas.

Y es que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra está dispuesta a que la situación de esas familias mejore. Y en esas están. De entrada, la conselleria ha aprobado un decreto que regula las ayudas que reciben las familias de acogida, de manera que lo reconoce como un derecho, lo que evitará que los beneficiarios tengan que renovar anualmente su solicitud.

Las ayudas llegarán «en breve»

Pero ahí no acaba la cosa. El decreto va acompañado de un incremento en las ayudas. El Consell espera poner al día los pagos en unos 40 días ya que las familias llevan sin cobrar desde 2016 por los trámites que ha supuesto el decreto ley, tal como denunciaba ayer una familia en Levante-EMV.

«Las familias educadoras recibirán en breve todo lo atrasado, mientras en el caso de las extensas cobrarán todo el año porque se abona de forma anual», explican desde la conselleria.

Dentro de las mejoras, se igualan las cuantías entre familias extensas y educadoras que supone acabar también con la discriminación económica entre familias educadoras y familias extensas, equiparándolas y aumentándolas. Así, los módulos pasarán de 9 a 12 euros diarios para cada menor en el primer caso y de 4,5 a 12 euros diarios en el segundo.

También se incrementan las prestaciones económicas por acogimiento familiar de menores con algún grado de discapacidad igual o superior al 33 %, ya que pasan de 10,5 a 13,5 euros diarios.