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Vuelco ideológico histórico tras perder el PP más de 551.000 votos en los últimos cinco años

La C. Valenciana ha castigado también al PSPV-PSOE con 165.00 papeletas menos, y a EUPV, con 58.000

No se acaba con dos décadas de hegemonía política en dos días. A la izquierda valenciana, de hecho, le ha costado casi un lustro transformar el descontento social en votos suficientes para arrebatarle el poder autonómico al Partido Popular.

El vuelco electoral se comenzó a gestar tras las elecciones generales de 2011. Aquel año Francisco Camps había vuelto a ganar las autonómicas. Fue un 22 de mayo. El 20 de julio dimitió como presidente de la Generalitat salpicado por el caso Gürtel y los famosos «cuatro trajes». En noviembre, el PP sacó más de 1,3 millones de votos en la Comunitat Valenciana. Había perdido más de 100.000 votos respecto a los comicios generales anteriores, los de 2008, pero aún así continuaba ostentando una indiscutible situación de liderazgo en tierras valencianas, a pesar de las primeras trazas de corrupción que iban aflorando.

De la mano de estos casos, de la crisis, de la indignación y del hartazgo nació el movimiento social 15M, vital para la creación de Podemos. Este partido resultará clave años después, tanto para la derecha como para la izquierda. El principal reflejo del fenómeno del que todo el mundo hablaba entonces se observó en las europeas de 2014, cuando la formación de Pablo Iglesias irrumpió con fuerza no solo a nivel estatal, sino también autonómico. Logró más de 143.600 votos valencianos, adelantó a Compromís (integrado en Primavera Europea) que consiguió 138.400 papeletas, y se situó como quinta fuerza más votada.

Las confluencias

En el capítulo de partidos nuevos y en ascenso hay que mencionar también a Ciudadanos. La formación naranja alcanzó los 13 escaños en las autonómicas, con más de 300.000 papeletas en su haber. En las últimas generales, el pasado 20D, el partido liderado por Albert Rivera consiguió la confianza de 423.556 valencianos, un ascenso inferior a lo esperado, pero aún así ascenso. Desde el partido de la sonrisa tomaron buena nota de ello. Aunque el ascenso de Compromís ha sido lineal e imparable en el último lustro, pasando de 125.000 votos a más de 400.000 en las autonómicas de 2015, la formación de Mónica Oltra captó que si querían continuar creciendo no podían hacerlo solos.

Y así llegamos a las generales de 2015. La confluencia, esa palabra tan escuchada, llevó a Compromís y Podemos a cosechar más de 671.000 votos y 9 diputados. Unos resultados que esperan mejorar el próximo 26 de junio, ya que al baile se ha unido Esquerra Unida, que quedó maltrecha tras las últimas autonómicas. EUPV se ha dejado 54.700 votos en cinco años, menos que PP y PSOE, pero su pérdida ha sido más dolorosa porque ha conllevado su práctica desaparición institucional.

Y, ¿qué ha sido de los socialistas? Desde 2011 a ahora, el PSOE se ha dejado más de 165.000 votos valencianos por el camino. Sin embargo, la caída no ha sido en picado. El mayor susto se lo llevaron en las autonómicas de 2015, cuando lograron poco más de medio millón de votos. Pocos meses después, en el 20D, repuntaron hasta los 530.000 votos, amortiguando el golpe. Un impacto al que no ha sobrevivido UPyD, que en 2011 obtuvo más de 140.000 votos y casi ha desaparecido a día de hoy.

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