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Análisis

El fin de la 'omertà' laboral

El atrevimiento de una mujer que ahora trabaja fuera de la C. Valenciana ha roto el silencio del «nepotismo» instalado

El fin de la 'omertà' laboral

El responsable del Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana fue rotundo el primer día del escándalo: «En Italia se llama Mafia; aquí lo llamamos Medicina».

Si la Cosa Nostra siciliana comparte un rasgo con las irregularidades constatadas en el sistema de las bolsas de trabajo de la Sanidad valenciana es uno de los pilares fundamentales mafiosos: la omertà. Es decir, la ley del silencio. Callar. No destapar hechos delictivos o comportamientos irregulares ante las autoridades. Tragarse el marrón si lo hay.

Porque la delación de un mafioso te echa encima a toda la familia. En Sicilia, y también en los hospitales valencianos. Por lo oído en las grabaciones filtradas y por lo declarado por dirigentes sindicales que califican de «habitual» este tipo de casos. El temor a no volver a trabajar, a quedar marcado en un sistema viciado por la discrecionalidad, disuadía de ser una Juana de Arco. Pero una médica „que ya no trabaja en la Comunitat Valenciana y se ha sentido exonerada de la presión de represalias„ se atrevió esta semana. Ha sido como Joe Valachi, el primer mafioso pentito que rompió la omertà en 1962. Pero sin ser mafiosa ni tener culpa de nada. Siendo sólo víctima. Ella abrió la caja de pandora el lunes con la primera grabación.

«Habrá que agradecer a esta mujer que la hiciera pública. Porque gracias a ella están saliendo más casos y se está tomando conciencia de lo que está ocurriendo. La gente ha visto que ha trascendido. Y se ha sentido liberada para decir lo que era un secreto a voces: la cultura instalada de muchos jefes de servicio, que se guiaban por el nepotismo», subraya un dirigente sindical.

Un nepotismo, indican diversas fuentes, con varios fines. Para colocar a un amigo, para colocar a una persona que trabaja en su clínica privada, para tener a gente que se alinea con sus posiciones. «Si no estás bien con tu jefe de servicio, te aíslan y no te dan permiso para ir a congresos a formarte en nuevas técnicas. Y así te hunden», explica la misma fuente.

¿Por qué se ha callado tanto? No sólo por las posibles represalias de no trabajar, dice un afectado por esta situación. «Tampoco es sólo por que hubiera un autócrata y déspota en un servicio, sino porque en su entorno había estómagos agradecidos que no desafiaban nada». Que respetaban la sagrada omertà.

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