La nueva cúpula directiva de Escuelas Católicas de la Comunitat Valenciana (Escacv) se presentó ayer en Valencia tras su reciente renovación y en esta primera comparecencia, la patronal que agrupa a los colegios diocesanos y de las congregaciones religiosas dejó claro que la jornada escolar intensiva que reclaman los sindicatos docentes de la escuela pública no va con ella. La hasta el sábado presidenta de Escacv y actual secretaria autonómica de la entidad, Vicenta Rodríguez, cree que la gran mayoría de colegios concertados religiosos no pedirán el cambio horario.

«Tenemos hecho un estudio pedagógico que presentaremos en breve en el que se demuestra que tener 6 horas de clase seguidas supone una carga excesiva tanto física como mental para los niños de Infantil y Primaria», sostiene Rodríguez. «La jornada continua puede agotar a los niños, pero lo que no tiene demasiado sentido es que el descanso se haga tan largo al mediodía cuando en otros países europeos son más cortos», añade.

Por ello, Rodríguez, apuesta por en vez de concentrar todas las clases en horario matinal se permita reducir a 90 minutos las dos horas y media del tiempo de comedor. Esta compactación de la jornada permitiría «adelantar el horario de la comida y acabar las clases una hora antes».

«El sentir general de Escuelas Católicas será mantener la jornada partida, pero siempre hay opiniones diversas», explica Rodríguez. No obstante, agradece que en la orden que regula la implantación de la jornada intensiva la conselleria permita que «la decisión de pedirla la tenga el titular de cada centro» y no se imponga el cambio de horario.

La nueva presidenta de Escacv es la religiosa trinitaria Manoli Nieto, directora de Secundaria en el colegio que dicha congregación tiene la calle Visitación de Valencia. También ve agotador para los estudiantes concentrar todas las clases por la mañana, tanto en Primaria como en Secundaria. «A última hora, ni yo como profesora, ni tampoco mis alumnos estamos en condiciones de dar clase», concluye.