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Entrevista con la presidenta del PP de la Comunitat Valenciana

Isabel Bonig: "Cada vez veo más cerca la presidencia de la Generalitat"

«El PP ha recuperado la ilusión, ha dejado el duelo y ha asumido una oposición combativa» - «El sectarismo y la falta de gestión han pasado factura al tripartito».

La presidenta del PPCV y portavoz del grupo parlamentario, Isabel Bonig, en las Corts | Foto: Fernando Bustamante

¿En qué ha cambiado el PPCV que heredó en julio del año pasado en relación con el actual?

Cogí un partido con muchísima desmoralización y con un proyecto agotado tras 20 años de mayorías absolutas. Había habido una excesiva gestión y se había olvidado lo que califico como el alma del PP. Estos meses han sido muy duros, era un partido castigado por la corrupción que había minado mucho la moral. Todavía queda mucho por recorrer, no hay que ser triunfalista, pero hemos recuperado la ilusión y una oposición combativa, hemos asumido que estamos en la oposición y que había que dejar el duelo.

¿Cuál es la clave para la recuperar 188. 000 votos en seis meses?

Una parte es mérito nuestro y otro demérito del actual gobierno. El sectarismo y la falta de gestión ha empezadon a pasarles factura. Se han quitado la careta en muchos temas: la educación, el bienestar, las libertades religiosas y las tradiciones. Se ha demostrado que su único proyecto era tirar al PP y cuando lo han hecho, hay que gobernar y no tienen un proyecto. Continúan revisando el pasado. Nuestro mérito era mantener el partido unido. Y no era fácil. Cabía la posibilidad de desbandada o desmoralización generalizada, de una campaña de brazos caídos. Hemos recuperado un discurso fuerte sin complejos, sin vergüenza.

Hay quien afirma que muchos han votado a su partido con la nariz tapada...

La señora Oltra puede decir lo que piensa, pero es intolerable y denota su sectarismo. En lugar de atacar a los votantes, debe reflexionar porque han perdido casi 190.000 votos A la gente del centro derecha le cuesta movilizarse, pero ha demostrado que en temas fundamentales está dispuesta. Queremos hacer un centroderecha moderno y combativo. Y no sólo un discurso económico, sino ligarlo al social.

Usted afea a la izquierda su ideologización y al mismo tiempo anima a los suyos a dar la batalla de ideas ¿No es contradictorio?

Me parece perfecto que la izquierda defienda sus ideas, pero que no engañe, que diga lo que piensa de la concertada, los festejos taurinos. Nosotros no engañamos. Defendemos la libertad económica, educativa y sanitaria. El problema de la izquierda es que gobierna para unos pocos, no escucha al resto y no es capaz de hacer autocrítica. Por eso hay que confrontar los modelos, la gente opta por la moderación, el modelo del PP y que debería ser del PSOE .

¿El cambio que llevó el 25M fue un espejismo?

Los resultados lo demuestran. Es un espejismo. Se decía en las Corts que obedecían a un cambio de mayoría social. Un año después el bloque de izquierda saca un 46% y el bloque de centroderecha, 50,3%. A los dirigentes del Consell se les acabó la luna de miel, han tenido cierto margen pero a partir de ahora harían bien en centrarse menos en los sillones y más en los problemas.

¿Cuál es el momento más delicado que ha vivido este año?

Obviamente, la operación Taula. En el verano habíamos conseguido articular el discurso y evitar la desmoralización, pero la operación Taula y todo lo que conllevó fue un duro golpe, por qué no decirlo.

¿Le han flaqueado las fuerzas en algún momento?

No mucho, pero he de reconocer que ha habido momentos cuesta arriba. Febrero y marzo fueron muy complicados. Ha sido duro dar la cara, aguantar ruedas de prensa difíciles, tomar decisiones que mucha gente no ha entendido, pero que eran necesarias para dar la imagen de renovación. Alguna vez me he preguntado si merecía la pena. Pero entonces pensaba en personas anónimas que nunca tendrán un cargo ni llevarán un coche oficial, pero que se están partiendo la cara por el PP. Por ellos merecía la pena seguir adelante. Hemos dado la cara, resistido, tomado medidas y vamos por el buen camino.

¿No es optimista pensar que los asuntos de corrupción están amortizados?

Somos conscientes de los casos que quedan, pero están en los tribunales y ellos decidirán. Muchas de esas personas, la mayoría, ya no están en el PP. A ver si somos capaces, en esta época no electoral, de tranquilizarnos, dejar actuar a la Justicia y ponernos de acuerdo sobre cuando un político debe abandonar su puesto por un caso de corrupción. Ya pagamos la corrupción, nos hizo daño, pero la gente ha visto que tomamos medidas y ya no estamos en el Gobierno. La gente ya no mira al PP, empieza a mirarles a ellos.

¿Ven atisbo de corrupción en el nuevo Gobierno?

Veo cosas que no son muy éticas ni estéticas. Ahí están los enchufes de Sanidad y otros temas en personal que irán saliendo. También la Junta Electoral ha reprobado al gobierno que use la institución para hacer política. Hay que esperar, pero algunas cosas ya se hacen mal.

¿Mantiene sus líneas rojas contra la corrupción o el resultado electoral le permite aflojar?

Las mantenemos. Es absolutamente necesario para seguir recobrando la credibilidad, aunque distingo entre corrupción y cuestiones de gestión.

¿Sigue exigiendo el acta a los concejales de Valencia?

Continuamos exactamente igual. Hay un procedimiento abierto en Génova y a partir de ahí se actuará.

¿La recuperación electoral en Valencia con una gestora y un grupo municipal imputado es prueba de que la marca empieza a tirar?

La marca empieza a recuperarse y en Valencia, el gobierno de Ribó nos ha ayudado mucho. Valencia se merece un alcalde que tenga algo más de ambición, más allá de fastidiar al mercado central o de tomar medidas de la movilidad sin consultar. Luego hay una labor de la gestora, que no se ve, de renovación, de recuperación de la ilusión. No hemos necesitado grandes campañas, sino volver a la esencia.

¿Le gustaría que algún día la figura de Rita Barberá quedara rehabilitada?

Sinceramente, sí. Rita ha sido un pilar fundamental para el PP y un ejemplo para las mujeres. Con independencia de la Justicia y de que le exigí responsabilidades, siempre he dicho que es una persona que pasará a la historia de la ciudad de Valencia, ha sabido motivar e ilusionar.

¿Se ve de presidenta de la Generalitat en 2019?

Me gustaría y cada vez lo vemos más cerca, pero tiempo al tiempo. Hay que pasar un congreso, elegir al presidente o presidenta. Lo que sí veo es que este resultado confirma que vamos por el buen camino, da oxígeno a nuestra gente y evidencia que la maquinaria del PP, que estaba en horas bajas, vuelve al funcionamiento. Ese es el mensaje, con independencia de la persona, pero veo cada vez más cerca la presidencia de la Generalitat y los ayuntamientos.

¿Compromís y en particular Mónica Oltra fue el azote del Consell del PP, aspira a ese papel?

Sí, soy una persona guerrea y como buena taurina me gusta bajar a la arena y pelear, pero con una diferencia: nosotros siempre seremos leales a los valencianos y a las cuestiones fundamentales, como la financiación. Además, nunca insultaremos al Gobierno ni diremos que sus recortes matan.

¿Estarán en condiciones de pactar con alguien en 2019?

Absolutamente. Yo le ofrecí a Puig el pacto en cuestiones fundamentales. Son momentos complicados y los españoles requieren altura de miras. Es fundamental que el PSOE se aleje de la radicalidad.

¿Cómo ve a Ciudadanos?

Lo veo desnortado. Tienen que consolidar liderazgo y proyecto. Se ha castigado su indefinición. Con ellos no tenemos mala relación, podemos llegar a acuerdos, mucha gente de Ciudadanos viene del PP.

¿Se compromete a hacer primarias?

Sí. Es un proceso sin vuelta atrás. Estoy convencida de que en los nuevos congresos se arbitrarán fórmulas para una mayor participación. Los militantes quieren hablar y lo vamos a arbitrar.

¿Le gustaría tener rival?

La verdad es que sí. Me gustaría que todo el mundo diera un paso al frente. Lo digo convencida. Yo creo en esto: si gano, perfecto, si no, no insultaré a los militantes, me iré a mi casa, cogeré un berrinche y me pondré a disposición del partido. Quien se crea que es imprescindible se equivoca. Los diputados, los presidentes vamos pasando y este proyecto lo hace un montón de gente. Lo importante es tener cantera.

¿Confía en Vicente Betoret para seguir al frente de la dirección provincial de Valencia?

No tengo ningún problema con Betoret. A él le pasó como a mí. Cogió el partido en un momento muy complicado, con una provincia muy castigada. Por mi parte, de verdad, tiene todo el apoyo del mundo.

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