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Análisis

El inesperado favor de Ciudadanos al PPCV

El sí a Rivera desbloquearía el expediente contra los ediles de Valencia parado desde hace 5 meses y reforzaría a Bonig

El inesperado favor de Ciudadanos al PPCV

La lista de condiciones que Ciudadanos espera que acepte Mariano Rajoy para negociar su investidura podría convertirse en un inesperado favor para los populares de Isabel Bonig, quienes todavía tienen pendiente de solucionar el futuro de los concejales del Ayuntamiento de Valencia imputados por un presunto delito de blanqueo de capitales. La exigencia de Albert Rivera de que los cargos imputados por corrupción salgan de las instituciones genera debate interno dentro del partido (varios dirigentes no lo ven claro), pero no en la cúpula regional valenciana, cuya posición es clara.

Tras el terremoto de la Operación Taula, Bonig se vio obligada a abrazar las conocidas como líneas rojas de Alberto Fabra y desde hace meses mantiene abierto un pulso con los ediles investigados a los que exige el acta. La pelota lleva casi medio año en el tejado de Génova, que abrió expediente informativo a los investigados y los suspendió cautelarmente de militancia.

Ahora bien, todos siguen como independientes en la bancada p0pular, una situación que trastoca los planes de renovación del PP en el cap i casal. Pese a la petición del PPCV de que los expulse definitivamente (único camino para conseguir que salgan del grupo) el comité nacional de Derechos y Garantías ha preferido esperar.

La posible investigación a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha mantenido hasta ahora el expediente bloqueado. En Madrid la consigna era esperar a nuevas resoluciones judiciales para justificar el expediente disciplinario a los ediles y a la propia Barberá. Sin embargo, la cartilla de peticiones de Ciudadanos podría dar un giro inesperado a la situación. Al menos, así lo creen en la Calle Quart donde no descartan que si hay un sí a Rivera la resolución del expediente se acelere. De hecho, este el temor del diezmado grupo municipal.

La respuesta de Rajoy a Rivera sobre el listado de exigencias podría producirse hoy después de que en el esperado comité nacional del PP celebrado ayer en Madrid no se debatiera el asunto y el órgano se limitara a dar luz verde a Rajoy para hablar con el líder de Ciudadanos.

Barberá se quedó en casa

Aunque la expulsión de cargos electos imputados no puede hacerse por decreto (el acta es personal e intransferible) en el PPCV descartan que las medidas contra la corrupción sean un obstáculo serio para la negociación de Ciudadanos. Fuentes presentes en la reunión indicaron ayer que aunque no se habló del asunto y nadie intervino en este sentido, cabe deducir que el presidente del Gobierno aceptará el listado de Rivera. Es más, hay quien piensa que como gesto a Ciudadanos, Rajoy podría poner en bandeja la cabeza de los concejales de Valencia. Es cierto que el foco mediático está puesto en Barberá, pero la realidad es que la petición de investigación a la exalcaldesa no está resuelta. Hoy por hoy no está imputada y si lo estuviera, precisan las fuentes consultadas, lo más probable es no llegue a ser un problema para Rajoy.

Algunas fuentes dan por sentado que Barberá tiene hablada su renuncia con el jefe del PP. Si el Supremo la investiga, dejará el acta voluntariamente, aseguran desde el PPCV. Ayer no hubo sorpresas y la senadora no acudió a la reunión. Lleva sin hacerlo desde que estalló el escándalo, consciente de que su presencia es tóxica para Rajoy, como en su día lo fue Francisco Camps. Sí acudió el resto de representantes valencianos: Susana Camarero, Gerardo Camps, José Ciscar, Eva Ortiz e Isabel Bonig, quien intervino para apoyar a Rajoy.

Con todo y pese a que Barberá es ´pieza mayor´ para Ciudadanos, ayer ya desde la formación naranja se recordaba que en espera de lo que ocurra con ella, el PP ya puede actuar contra los imputados del grupo popular. El asunto de los concejales es quizás menor para Rajoy. Podría buscar la fórmula de apartarlos, un gesto evidente de buena voluntad. Para Bonig sería un alivio De un lado, reforzaría su posición (ha llegado a decir que si Génova la desautorizaba en este asunto se iría) y le facilita una legislatura en la que los asuntos judiciales van a seguir marcando la agenda. En la calle Quart saben que el desgate por el sumario de Taula es muy inferior si los afectados ya no forman parte de la organización.

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