La caída de una viga de metal de unos 700 kg sobre la catenaria en el túnel de la Línea 1, entre las estaciones de Túria y Ángel Guimerà, obligó ayer a cortar el tráfico ferroviario en las líneas 1, 2 y 7 de Metrovalencia durante casi seis horas.
Entre 30.000 y 40.000 viajeros se vieron afectados por el corte de trenes, según confirmaron fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).
La versión oficial del incidente ofrecida por la empresa ferroviaria durante toda la jornada fue que el corte de las circulaciones se debió a «problemas técnicos» en la catenaria (el cable que suministra la electricidad a los trenes), aunque no se informó de la «intervención» de la pieza metálica.
La viga caída se utilizó durante la construcción del túnel de la Línea 1 en los años 80 como un raíl instalado en el techo para transportar las tolvas que permitieron hormigonar el túnel, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los hechos.
Allí han estado las vigas durante todo este tiempo, hasta que las filtraciones continuas de agua que se han colado por las grietas del túnel han corroído los soportes de la viga que acabó cayendo sobre la catenaria. El cable eléctrico no llegó a romperse e hizo de sostén para que la pieza metálica no cayera sobre las vías. O sobre los trenes que circulaban en ese momento en plena hora punta.
«Los milagros existen», aseguraban ayer a Levante-EMV fuentes conocedoras del incidente. La viga desprendida pesa unos 700 kilogramos. La catenaria puede soportar hasta 1.000 kilogramos de tensión mecánica en condiciones óptimas, según confirman a Levante-EMV técnicos ferroviarios, por lo que en este caso pudo actuar como un sostén o freno en la caída libre de la viga hasta las vías.
Estas mismas fuentes achacan el grave incidente a la «dejadez» en el mantenimiento de las instalaciones fijas que durante años han hecho gala los gestores de estas áreas en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).
Los dos convoyes que circulaban en esos momentos por el túnel de la Línea 1 pudieron llegar sin problemas a las estaciones de Túria y Ángel Guimerà. En ambas paradas los viajeros fueron desalojados ya que resultó imposible que continuaran el trayecto hasta su destino, por la falta de suministro eléctrico. Ningún tren quedó parado en medio del túnel, según confirmaron fuentes de FGV.
Para reparar la catenaria, inicialmente se tuvo que cortar la tensión eléctrica (y el tráfico ferroviario) entre las estaciones de Campanar y Jesús, aunque por motivos técnicos se tuvo que ampliar hasta Empalme y València Sud por lo que, de refilón, también se vio afectada la línea 7 hasta Torrent, según informan las mismas fuentes oficiales. El servicio ferroviario se restableció a las 14.45 horas, casi seis después del incidente.
