El «procés» ha acelerado la fuga de empresas catalanas a otras regiones de España como la Comunitat Valenciana y Madrid, según revelan los datos de la consultora Axesor. Más de quinientas empresas catalanas han trasladado su sede social a otros puntos de España en lo que va de año ante la inestabilidad política y la presión fiscal. Por contra, Madrid y la Comunitat Valenciana están ganando empresas ante la deslocalización de la sede social que se está produciendo en Cataluña. Desde 2016, 82 empresas valencianas han trasladado su sede social a Cataluña y 131 firmas catalanas han fijado su sede en la C. Valenciana. El año pasado el saldo positivo para la C. Valenciana era de 20 empresas y este año ya suma 29.
La base de datos de la agencia de raiting Axesor precisa que hasta el 31 de agosto habían abandonado Cataluña 528 empresas frente a 426 que eligieron la comunidad catalana como opción para ubicar su negocio. Estos datos reflejan un saldo negativo de 102 empresas y suponen que Cataluña vuelve a encabezar la fuga de sociedades a otras comunidades. En la otra cara de la moneda está Madrid, que encabeza la lista de regiones que más sociedades gana por sus beneficios fiscales. En los ocho primeros meses del año, la comunidad autónoma madrileña recibió de otros puntos de España 960 empresas y perdió 868, lo que implica una ganancia de 92 sociedades. En el mismo periodo, la Comunitat Valenciana acogió a 34 empresas (29 de ellas catalanas) más de las que perdió.
Ricardo Miralles, director de Economía y Análisis de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), destacó que los datos evidencian que en Cataluña existe desde hace años un saldo negativo en cuanto a cambios de domicilio social, y lo contrario sucede con la Comunidad de Madrid, y, en menor medida, con la Comunitat Valenciana. Miralles destacó que cuando las empresas pueden elegir se decantan por «domiciliar la sede en enclaves que sean competitivos desde el punto de vista económico y fiscal, y que cuenten con alta estabilidad institucional y seguridad jurídica».
Según precisó el director de Economía y Estudios de la CEV, el saldo negativo de Cataluña se ha ido agravando conforme se incrementaba la presión fiscal (sobre todo entre los particulares, que tienen más alto el IRPF y los tributos propios) y escalaba el conflicto secesionista. Miralles subrayó que durante el mandato de Puigdemont, «además de agudizarse el saldo negativo de número de empresas, también son más grandes las empresas que salen de Cataluña. El daño es doblemente intenso. Alguien podría decir que existe una correlación entre el tamaño de las empresas y la toma de decisión de cambio de domicilio por ´riesgo mercado´ en Cataluña».
Ricardo Miralles incidió en que uno de los problemas de fondo es la infrafinanciación de comunidades como la catalana y la valenciana que obligan a subir los impuestos para poder mantener los servicios. «Al margen del conflicto político en Cataluña, desde el punto de vista económico y fiscal, necesitamos un sistema de financiación autonómico más equitativo. En paralelo, deberíamos tender a una armonización para no tener 17 regímenes fiscales distintos y lograr un auténtico mercado interior único».
Mutismo en CaixaBank mientras Sabadell pide seguridad jurídica
Las entidades financieras catalanas con amplia presencia en la Comunitat Valenciana reaccionan entre el mutismo y la extrema prudencia ante el referéndum ilegal convocado por los independentistas. Desde CaixaBank, que en su día absorbió el Banco de València, no se quiso hacer manifestación alguna al respecto. Su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en las ocasiones en que públicamente le han preguntado al respecto, siempre responde que la entidad está centrada en su actividad financiera y en dar su mejor servicio a los clientes, los accionistas y los trabajadores.
Desde Banco Sabadell, que absorbió a la CAM, aseguraron que la entidad no toma «posición política» en relación al referéndum, aunque añadieron que «el escenario de estabilidad y seguridad jurídica es el mejor para la economía, para las empresas y para el conjunto de la sociedad». El banco dice que no contempla «a día de hoy» un cambio de sede ante la posibilidad de una declaración de independencia, pero precisa que Sabadell, «desde el punto de vista regulatorio, está en el sistema del euro, es un banco sistémico dentro del conjunto del euro y, por tanto, está sujeto a la supervisión y regulación del sistema financiero europeo». En cualquier caso, tiene previstos «mecanismos» para proteger a sus clientes y accionistas. jordi cuenca valència
