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La repercusión del 1-O

Las empresas eligen Madrid frente a València por las mejores infraestructuras y la baja fiscalidad

Las grandes sociedades que planean dejar Cataluña si se declara la independencia tienen más ventajas en la capital de España

Las empresas eligen Madrid frente a València por las mejores infraestructuras y la baja fiscalidad

Grandes empresas como Codorniu, Freixenet, Gas Natural Fenosa o Abertis han anunciado que trasladarán su sede social fuera del territorio catalán en caso de que finalmente el president Carles Puigdemont concrete la declaración unilateral de independencia de Cataluña en los próximos días. El viernes se materializó la llegada de CaixaBank y de Banco Mediolanum a València; y el jueves, el Banco Sabadell hizo lo propio con su traslado a Alicante. En estos tres casos, los bancos han decidido abandonar Cataluña por la inseguridad que provoca en inversores y accionistas el crispado clima político que se vive en Barcelona, y por el temor a que los mercados financieros y la Bolsa también acusen esa inestabilidad política y social.

La pregunta que cabe hacerse en círculos económicos y empresariales es si València es una plaza atractiva para recibir esas grandes compañías que podrían abandonar Barcelona en breve. En principio, según diversas fuentes consultadas por Levante-EMV, la capital del Túria no puede competir con Madrid, a la hora de atraer a estas multinacionales españolas por una serie de factores que tienen su base en la infrafinanciación histórica y en el déficit de infraestructuras estratégicas como el Corredor Mediterráneo que sufre la Comunitat Valenciana.

Así, fuentes de la CEV, subrayaban que a la hora de escoger Madrid frente a València «pesa el factor de la capitalidad y el hecho de que en esta ubicación las empresas se beneficien de la fiscalidad más baja de España». Además, «la red radial de infraestructuras construida en las últimas décadas ha consolidado esta centralidad que le dota de una importante ventaja competitiva frente a otros territorios». Sin duda, indican las mismas fuentes de la patronal valenciana, «la falta de conexiones eficientes con Cataluña, que desde la CEV denunciamos y exigimos resolver, no juega a nuestro favor a pesar de nuestra estabilidad, nuestro potencial económico y dinamismo, y las buenas expectativas a futuro».

«No tiene ninguna explicación lógica- remarcan en la CEV- que en el segundo país con más kilómetros de línea AVE, la segunda y la tercera ciudad del país, Barcelona y València, no dispongan aún de una línea de alta velocidad operativa». Y tampoco se explica que València, Alicante y Castelló «sigan sin estar conectadas por la alta velocidad, lo que seguro tampoco contribuye a nuestra vertebración como territorio». En esta línea, Santiago Calvo, auditor jurídico-laboral, del bufete Pedrosa Abogados, subraya que Madrid «siempre anheló ser la ´city´, al estilo de Londres». En comparación a Barcelona, tiene IAE más bajos y por tanto las empresas pagarían menos por ubicarse en la Ciudad Condal. Ahora bien, la clave está en que en la capital de España está «la administración central». «Dirigiéndose allí, está claro que a las grandes sociedades les interesa estar más cerca de la toma de decisiones, de los centros de poder» financiero, económico y político, enfatiza este abogado.

Piénsese que estando en la capital de España, un alto ejecutivo sólo tiene que coger un taxi para poder hacer una consulta a un secretario de Estado o a un ministro.

Por su parte, Federico Varona, asesor fiscal, jurídico y económico, incide en la capacidad de atracción madrileña para los patrimonios familiares, para las notables fortunas del resto del país. «Madrid recibe a personas físicas» por las ventajas que ofrece su fiscalidad sobre sucesiones y patrimonio. Por ende, «económicamente lo lógico es trasladarse a Madrid, porque hay un aeropuerto internacional, y disponibilidad de oficinas y otros inmuebles». En cuanto a transporte e infraestructuras, «no puede competir ni Alicante ni València con Madrid».

A favor del cap-i-casal, y en parte podría explicar la decisión de CaixaBank y Banco Sabadell de recalar en la Comunitat Valenciana, juega que desde un punto de vista político-corporativo, las empresas catalanas «pueden vender mejor» su traslado a València desde Barcelona que a Madrid.

En este sentido, Santiago Calvo subraya que no es que «abandonen Cataluña», porque «no desmantelan ni instalaciones ni centros de trabajo ni desplazan gente». Lo que hacen estos bancos y podrían hacer estas grandes empresas es «sacar la sociedad fuera por el tema fiscal para que en caso de que se proclame la independencia» puedan obtener «una mayor seguridad jurídica» y protegerse de «la presión» de otras grandes empresas y otros grupos inversores que podrían provocar grandes caídas en Bolsa.

Por último, desde el punto de vista de la fiscalidad hasta seis impuestos son menos gravosos en la Comunidad de Madrid que en la Comunitat Valenciana aunque afectan sobre todo a las personas, a las familias, a los patrimonios y a las herencias y donaciones, lo que tiene un efecto indirecto en las empresas. Por tanto, la mejor fiscalidad madrileña influye pero no es el único factor que convierte en más atractiva a aquella plaza.

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