Apenas tiene 18 años y las imágenes de este joven enfrentándose a un grupo de no menos de seis ultras durante la manifestación del 9 d´Octubre ya han corrido como la pólvora por las redes sociales y le han valido la etiqueta de héroe. Lejos de dejarse llevar por ese momento, Vicente Danvila mantiene 24 horas después sus ideas claras respecto a lo que sucedió durante la marcha: «Hubo pasividad policial ante una violencia que no se había visto en mucho tiempo».
La historia de Vicente se resume en pocos segundos de vídeo. El joven observa cómo acorralan a una pareja entre la plaza de San Agustín y la avenida del Oeste. «Los tiraron al suelo y empezaron a darles patadas. No me lo pensé. No me podía quedar parado. En ese momento no veía ni a quién estaban golpeando, al principio pensaba que eran dos chicas...», narra el agredido. Porque tras intervenir, la turba que estaba pegando a la pareja que estaba en el suelo se dirigió hacia él. «En ese momento llegaron los antidisturbios y me sacaron de allí».
«Fui a la marcha a reivindicar mi lengua, mi cultura, es cuando toca hacerlo...», explica. Lo que vio cuando llegó nunca antes lo había visto. «Eran más de mil». Pero lo que más le impactó fue «la pasividad de la policía y la impunidad con la que actuaron los ultras. A cara descubierta. Golpeando, escupiendo, agrediendo durante toda la marcha, no solo al inicio», defiende. «Soy consciente del riesgo que conlleva salir a denunciarlos a cara descubierta, no puedo decir que no tenga miedo», reconoce. Pero eso no ha impedido que lo haga.
