Un estudio de la Universidad CEU Cardenal Herrera alerta de las nuevas tendencias en el consumo de cannabis, en el perfil de su consumidor y en la creciente y preocupante normalización del autocultivo. Según los resultados de la tesis doctoral defendida por la investigadora Rosa Izquierdo, la edad media de consumo tiende a bajar situándose, según la muestra analizada, en estudiantes de 21,5 años. La media europea se encuentra entre uno y dos años por encima, aunque la autora de la tesis aclara que su investigación aborda las tendencias de consumo, «es decir hacia dónde vamos para así poder adelantarnos a sus consecuencias».

Uno de los aspectos más alarmantes del estudio es la tendencia al autocultivo del cannabis por parte de los consumidores. Aunque el perfil más común es el de un joven que todavía reside con sus padres y adquiere la droga a través de su «camello» habitual, de la muestra analizada se aprecia que hay porcentajes significativos de consumidores que residen en un piso compartido y que cultivan su propia droga.

«Es muy preocupante la generalización de la idea de que las drogas vegetales, como en este caso el cannabis, son inocuas por ser naturales», advierte Izquierdo. Además, «el cultivo casero proporciona una sensación de seguridad en los consumidores, que es falsa. Es preocupante que infravaloren los riesgos al considerarla inocua porque la han visto crecer como si fuera un geranio», argumenta la investigadora.

En este mismo sentido, tanto en las muestras de marihuana como en las de hachís analizadas se hallaron adulterantes, observándose «materias extrañas como fibras textiles, papel y hongos filamentosos, a lo que se suma que todas las muestras presentan bastante suciedad de naturaleza orgánica». Este tipo de adulterantes, que también acaba fumándose el consumidor, suelen proceder precisamente un autocultivo.

En esta tesis doctoral sobre el consumo de cannabis en la Comunitat Valenciana se combina por primera vez en un mismo estudio aspectos sociales, botánicos y químicos de la droga consumida en lugares de ocio valencianos. La recogida de datos se realizó en establecimientos de ocio y festivales, mediante entrevistas a 57 voluntarios que facilitaron una muestra de la droga que consumían en ese momento para su análisis. Este Sistema de Detección Temprana (SDT) fue diseñado en colaboración con la extinta Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (Fepad) de la Generalitat, que concedió financiación para la investigación de Rosa Izquierdo, cuyos resultados reúne en su tesis.

Las entrevistas, realizadas entre 2010 y 2014, permitieron recoger datos de edad y sexo, procedencia de la droga o lugar de compra habitual y diversos aspectos relacionados con los hábitos de consumo de cannabis como cantidad consumida, así como lugar, momento y frecuencia. Por sexos destaca que las mujeres se inician y cesan antes en el consumo de cannabis que los hombres.