Parte de las peticiones que ha lanzado Satse y que ya ha puesto sobre la mesa de la Conselleria de Sanidad coinciden con las propias recomendaciones que se autoimpone la administración sanitaria en el informe de agresiones 2016. Así, desde el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Conselleria de Sanidad se aboga por una «alarma personal» para situaciones de agresiones fuera del centro de trabajo o en visitas domiciliarias con la que «pulsar un botón y pedir ayuda». También se propone colocar cámaras de seguridad o aumentar el personal de seguridad en los centros más problemáticos: Urgencias, Salud mental, Psiquiatría y Ginecología en los hospitales y el mostrador, las unidades administrativas y las consultas de salud mental en la Atención Primaria. Pensando en la necesidad de tener más datos para configurar mejor las medidas preventivas, el informe oficial pide fomentar la declaración de las agresiones que se produzcan.