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Medio ambiente

"¿Dónde hay que tirar el corcho blanco?"

Cuando llega la hora de separar los residuos surge un mar de dudas: ¿dónde debe ir el papel de aluminio?, ¿el cristal?, ¿el aceite con el que se ha cocinado? o ¿las cajas de madera?

"¿Dónde hay que tirar el corcho blanco?"

Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, Reyes... son fechas de comidas copiosas, fiestas, regalos... y basuras. Restos de comidas, embalajes o cajas se acumulan junto a los residuos habituales en unos días en los que los contenedores rebosan a la puerta de cada hogar. Y es en días así, en los que hay más basura, cuando también más se incide en el reciclaje, ante lo que surgen muchas preguntas como ¿dónde hay que tirar el corcho blanco?, ¿las cajas de madera?, ¿el aceite con el que se ha cocinado? o ¿el papel de aluminio? Son preguntas a las que Levante-EMV, a través de una guía facilitada por la compañía especializada en reciclaje Ecoembes, ofrece respuesta.

Habitualmente en las calles de la Comunitat Valenciana se dispone de cuatro tipos de contenedores (papel, envases, vidrio y restos), a los que hay que sumar los puntos limpios o ecoparques y un nuevo depósito que han incorporado puntualmente algunos ayuntamientos, como el de València, de forma experimental: el contenedor marrón de residuos orgánicos. Los encargados de recoger las basuras transportan estos residuos de forma clasificada en los depósitos de los camiones para, más tarde, facilitar el tratamiento oportuno para reciclarlos y volver a darles uso.

Sin embargo, el primer paso para realizar un correcto reciclaje no se da en la calle, sino en cada hogar. La separación de residuos debe iniciarse en casa... y para ello hay que saber qué debe ir en cada contenedor. Por ese motivo, es conveniente disponer ya en casa de distintos recipientes donde depositar la basura ya separada.

Cada uno de los contenedores especializados está presentado con un color diferente para facilitar la tarea a los usuarios. El depósito de vidrio, el primero que se incorporó para el reciclaje, es de color verde y allí se deben tirar botellas, tarros y frascos de vidrio, incluidos aquellos que tengan roll-on o atomizador. El error más frecuente en este contenedor suele producirse cuando se arroja en él el cristal plano de ventanas o cuadros, espejos o vitrocerámicas, que deben ser llevados a un punto limpio.

A su lado suele encontrarse el contenedor con la tapa amarilla, el de envases. Éste es el encargado de recopilar cualquier envase, envoltorio, bote, bolsa o tapón de plástico, pero también las latas de conservas y botes metálicos, las redecillas de naranjas o patatas, el film transparente, el papel de aluminio... y hasta las pequeñas cajas de madera en las que se introducen botellas de vino, fruta, puros o estuches. Y, por supuesto, el corcho blanco que acompaña a algunas bandejas de comida o sirve de embalaje de un juguete o electrodoméstico.

Mientras, el depósito de color azul es el encargado de recoger el cartón y el papel, entre los que además de periódicos, revistas y otras publicaciones, se incluyen cajas de zapatos, el papel de envolver, los cartones de huevos o los canutos de cartón de los rollos de papel higiénico o el de cocina.

En algunos puntos de los barrios de San Marcelino o Benimaclet, en València, ya están instalados los contenedores de residuos orgánicos, con la tapa marrón. En ellos tienen cabida los restos de comida y otros materiales orgánicos susceptibles de crear, a posteriori, compost con ellos como bolsas de infusiones, posos y filtros de café, tapones de corcho o restos de jardinería y plantas. En caso de no disponer cerca uno de estos depósitos marrones, se puede emplear para esta basura el contenedor gris de restos. Allí, además, se deben dejar otras basuras como pañales, compresas, arena de gato, cerámica y porcelana, goma, bombillas convencionales y suciedad en general.

¿Y qué pasa con los residuos peligrosos? Para ellos ayuntamientos y mancomunidades han creado puntos limpios o ecoparques en los que se les da el tratamiento adecuado debido a sus peculiares características. Hasta allí hay que llevar las pilas, los aceites de freír o del coche, electrodomésticos estropeados o viejos, baterías, juguetes electrónicos, escombros de las obras, cristal, disolventes, termómetros, tóneres y cartuchos de tinta, medicamentos o restos de poda, entre otros. Asimismo, ayuntamientos como el de València disponen de un servicio para la recogida de muebles y enseres a domicilio, que deben ir al punto limpio, llamando por teléfono al 010.

¿Qué ocurre si no se separan bien los materiales reciclables? Pese a que en las plantas se realiza esta tarea, si se lleva a cabo anteriormente en casa se conseguirá un resultado más efectivo, ya que en ocasiones unos residuos contaminan a otros reciclables y se pierde esa posibilidad.

Reducir el consumo y reutilizar

Incluso antes del reciclaje hay dos pasos previos para contribuir a un desarrollo sostenible mediante el cuidado del medio ambiente: son la reducción del consumo y la reutilización. Si no se compra más de lo necesario se reducirá también la cantidad de residuos que se genera. Además, se invita a hacer un consumo responsable con productos menos contaminantes o reutilizables, que puedan alargar su duración y obtener un nuevo uso una vez ya hayan sido empleados.

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