¿Qué modelo de Universitat de València (UV) propone ?
Lo que le hace falta a la Universitat es explotar toda su potencialidad. Necesita afrontar los nuevos retos, lo que supone reconocer sin ningún tipo de complejos que nuestra situación en los rankings universitarios ha empeorado y que tenemos que hacer un esfuerzo colectivo para mejorar la calidad de la docencia, la calidad de los contratos de nuestros profesores, la calidad del trabajo del Personal de Administración y Servicios (PAS), la calidad de nuestros laboratorios.... Pero, además, queremos también una UV cercana a las personas, donde los estudiantes, profesores y PAS se sientan oídos.
¿Cuál es su receta para mejorar la posición de la UV en los «rankings» universitarios?
Hay que trabajar en los aspectos en los que hemos retrocedido. Hemos perdido en calidad de la situación laboral del profesorado, en su estabilidad. Hemos perdido también en la capacidad que tiene la UV para invertir en proyectos de investigación. Hemos burocratizado enormemente la investigación, con lo cual la hacemos más ineficiente. Y, además, se nos han escapado muchos trenes. Se nos ha escapado el tren de captar recursos internacionales, ya sea el retorno de científicos que marcharon y quieren volver o de investigadores que podríamos captar para mejorar nuestros laboratorios. Tenemos que incentivar la internacionalización en la investigación y en la movilidad de los estudiantes. Esos trenes los tenemos que recuperar.
¿Cómo va acometer la renovación de la plantilla docente?
Hay que empezar a fijar qué tipos de contratos son los adecuados para captar jóvenes profesores e investigadores que empiezan su carrera. Tenemos que abrir caminos e introducir alternativas que cumplan con las necesidades docentes pero que también signifiquen per se una renovación de la plantilla. Los departamentos están enormemente envejecidos y es necesario comenzar con profesores ayudantes y ayudantes doctor a rejuvenecer el capital humano. No podemos recurrir a asociados para tapar problemas estructurales.
El profesorado asociado, uno de cada tres docentes de la UV, está en huelga en demanda de unas condiciones laborales y salariales dignas. ¿Qué va a hacer usted para revertir esa situación?
Habría que conseguir con relativa rapidez, si puede ser antes del verano, incrementar su salario en la horquilla que permite el margen legal. Al asociado que es profesional de prestigio y que aporta a la UV su experiencia lo que hay que hacer es pagarle un salario más digno. Pero la situación es más compleja porque se han utilizado estos contratos para resolver problemas estructurales, con lo que hay asociados que hacen la misma tarea que otros docentes pero cobrando muchísimo menos. Para estos, si están acreditados a ayudantes o ayudantes doctor, habría que empezar a buscar con imaginación figuras contractuales laborales que permitan cambiar la estructura de la plantilla en un plazo razonable.
Todo esto no se puede hacer sin más financiación por parte de la Generalitat
La universidad tiene que ser mejor financiada y eso va unido al problema que tiene la Comunitat de infrafinanción. Yo tengo que poner en valor, sin ninguna duda, el Gobierno del Botànic en su actividad universitaria, en cuanto a rebajar las tasas y su compromiso con la Universitat. Pero, ciertamente, yo creo que ellos -seguramente porque no han podido- no han apurado todo el margen presupuestario. Hay que estar encima del Consell, que tiene que incrementar la financiación y pagar la deuda histórica. Dicho esto, no podemos apostarlo todo a la subvención pública. Hay que remangarse las mangas y buscar financiación propia. Esto lo hacen muchas universidades con la enseñanza online, cursos de idiomas... La Universitat ha dejado pasar el tren de los cursos en línea masivos y abiertos, los MOOC, porque pensaba que al ser gratuitos no le iban a dar dinero y hoy vemos que la Politècnica está dentro de plataformas en las cuales pone sus másteres de pago al alcance de todo el mundo gracias a sus MOOC.
De los tres aspirantes a rector quizás el suyo es el perfil más político. De hecho se dice que es usted el rector de Compromís...
Yo nunca he militado en Compromís, aunque estoy encantado con los gobernantes de Compromís y con el Consell del Botànic. Mi perfil político es porque cuando hay una realidad social salgo a la calle y voy a las manifestaciones, pero no estoy ni he estado nunca en ningún partido político.
En los últimos 24 años de elecciones democráticas en la UV todos los rectores han surgido del equipo rectoral anterior. Tener el «aparato» detrás parece determinante. ¿Se siente en desventaja?
Piense en Susana Díaz, tenía el aparato detrás... Los aparatos de los partidos políticos pueden a veces funcionar y otras no. Hemos vivido el efecto Macron. Políticamente no me situaría a su lado, pero sí en el efecto que lo ha hecho presidente de Francia. Detrás nuestro hay un movimiento muy amplio, la gente está con nosotros. Además, las encuestas nos dan la victoria.
Compite por el rectorado con dos catedráticas, Mª Antonia García Benau y Mavi Mestre. Parece que hay ganas de que por fin haya una mujer al frente de una universidad pública valenciana. ¿Esto juega en su contra?
Creo que no. Seguramente en una situación normal habrá en el futuro rectoras en la UV, pero ahora lo que está en juego es un modelo de cambio. La gente está cansada de las mismas personas. En este sentido, la única candidatura de verdad de cambio es la nuestra, pues en las otras dos hay parte del equipo rectoral actual. Todo el mundo sabe que García Benau de alguna manera acordó no presentarse hace cuatro años e incluir alguna persona de su equipo en la candidatura de Esteban Morcillo, a la que dio su apoyo explicito.
