Una menor de Borriana de 9 años no está escolarizada por, como indica su madre, un diagnóstico «erróneo». El inicio de los problemas se remontan a cuando la niña tenía 3 años. Según la madre, María Gil, tras una operación de oído y algunos problemas de vómitos provocados por ciertas intolerancias, la Conselleria de Educación emitió un informe psicopedagógico que diagnosticaba a la menor de autismo, «un informe que consideramos erróneo, que nosotros no vemos nunca su contenido», y tras lo cual «nos obligan a escolarizarla en el colegio Penyagolosa de Borriana».

Educación asegura que este informe se ha revisado en cinco ocasiones por especialistas distintos a petición de la familia. La última se atendió en el curso 2016-2017. En este se indicaba que la modalidad de escolarización procedente para la alumna tenía que ser en centros específicos de educación especial, que contengan una unidad específica o un aula de comunicación y lenguaje (aula CYL) «por el bien de la menor».

Sin embargo, los padres, Manuel Juan y María Gil, acudieron a un centro madrileño especializado en autismo, UBICA-TEA que, de forma independiente, negó este trastorno. Por ello, los padres denuncian que los informes emitidos por conselleria han sido «elaborados por personal no cualificado» a tal efecto, y han dicho sentirse «abandonados y presionados» ante las amenazas para la escolarización de su hija.

Durante los años siguientes, el tira y afloja de la familia con la conselleria ha sido constante, hasta el punto de que los Servicios Sociales han seguido su caso e incluso, dice la madre, «les han amenazado» con perder la custodia, tanto de la niña como de su hermano mayor.

Después de cinco meses sin escolarizar, la pequeña fue enviada al colegio Grans i Menuts de Castelló, donde asistía a clase en un aula de plurideficiencia. María denuncia que su hija permaneció allí durante curso y medio, «recibiendo clase sola con su educadora, en un aula sin ventana a la calle, sin recibir contenido académico y se le prohibió ir a las excursiones».

A día de hoy, y tras haber superado «problemas de ansiedad y fobias relacionadas con las situaciones que ha vivido durante su infancia», la pequeña recibe clases particulares en su domicilio, con una profesora contratada por sus padres, con la que aprende los contenidos «a los que durante años no ha podido acceder, y con un retraso por ello de casi dos cursos».

Ahora la familia espera las resoluciones que permitan a su pequeña ser escolarizada en un centro ordinario y poder recibir la educación deseada. Al llevar más de un año sin acudir a clase, este caso está a día de hoy en manos de Servicios Sociales.

«Desarrollo de la inclusión»

Desde Educación insisten que la administración no puede escolarizar un alumno con necesidades educativas específicas en centros que no reúnan las condiciones necesarias para atender al alumno.

Educación explica que uno de los objetivos de la Generalitat es el buen desarollo de la educación inclusiva. Así lo comentaron desde Educación quienes indicaron que, para ello se está trabajando durante los últimos tres cursos en diferentes líneas que van desde el aumento de personal para la atención de alumnado con necesidades educativas especiales, hasta la implantación de una educación inclusiva y transversal en los centros educativos valencianos.

«El objetivo es que cada alumno reciba la atención educativa que necesita», explicaron.