El Gobierno de Malta accedió ayer a que el barco de rescate «Lifeline» atraque en su costa con la condición de que los 230 migrantes que viajan a bordo sean distribuidos entre varios países dispuestos a acogerlos, entre ellos Italia.

Cuatro países confirmaron ayer su disposición a acoger a parte de los rescatados. Además de Malta, Italia, Francia y Portugal anunciaron su voluntad de acogida. Por otro lado, Alemania, Países Bajos y España estarían «evaluando» esta opción, según medios malteses.

El Gobierno de Malta informó previamente de que su primer ministro, Joseph Muscat, estaba llevando a cabo un «esfuerzo diplomático» para resolver la situación provocada «por las acciones de su capitán, que ignoró las instrucciones dadas por las autoridades italianas».

La llegada del «Lifeline», operado por la ONG alemana Mission Lifeline y de bandera holandesa, a Malta fue adelantada a primera hora de la mañana por el portavoz del Gobierno francés y ratificada por Conte, el primer ministro de Italia. «Acabo de hablar con el presidente Muscat: el barco de la ONG Lifeline atracará en Malta», señaló.

El Gobierno francés ya había adelantado entonces su disposición a acoger a parte de los migrantes a bordo del barco, como también Italia. A su vez, el ministro de Administración Interna portugués, Eduardo Cabrita, confirmó que también acogerá a parte de los rescatados a petición de Malta.

Por la mañana, antes del anuncio de Malta, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que para el «Lifeline» cabía esperar una respuesta «común, «europea» y de «distintos países».

«Lo más importante es trasladar que se tiene que dar una respuesta europea», señaló en la rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.

En esta línea, antes de conocer que «Lifeline» iría a Malta, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apuntó sobre que la Comunitat Valenciana es «siempre favorable a ayudar» aunque más allá de ayudas coyunturales reclamó una política estructural sobre migración europea. La decisión corresponde al Gobierno de España, la actitud de la Comunitat Valenciana es abierta, solidaria, es una tierra hospitalaria», explicó.

Por su parte, todos los partidos políticos con representación en las Cortstal como el Consell, en voz de su vicepresidenta Mónica Oltra manifestó. «La Generalitat tiene las puertas abiertas para quienes que huyen del horror, la guerra, el terrorismo, la persecución, de que secuestren y violen a las niñas en sus países de origen», dijo ayer Oltra.

Así se expresaron los portavoces de las diferentes formaciones después de la junta de Síndics al ser inquiridos sobre la posibilidad de que València acogiera a esta nave que transporta a 224 migrantes, apenas una semana después de hacer lo propio con el «Aquarius», que había rescatado 629 personas en el Mediterráneo.

La portavoz adjunta del PSPV, Rosa Peris, admitó que sería «materialmente imposible» que el «Lifeline» llegase al puerto de la capital valenciana por la distancia, pero destacó que España «debe hacer frente a cualquier situación de emergencia».

La líder de los populares valencianos, Isabel Bonig, defendió la postura de su formación de apoyar los actos humanitarios, pero se remitió a las palabras del ministro de Fomento, José Luís Ábalos,de que «España no puede ser salvamento marítimo de Europa».

Desde Podem, su portavoz adjunta, Fabiola Meco, se mostró «favorable» a que València sea «puerto de acogida». Sin embargo, insistió en que esto no puede ser una cuestión de «poner parches».

El diputado de Cs, Antonio Woodward instó a Europa a «buscar una solución».