La guerra abierta que mantienen los técnicos en emergencias sanitarias de la Comunitat Valenciana con la empresa adjudicataria del transporte sanitario y con la propia Conselleria de Sanidad por permitir «el reiterado incumplimiento de los compromisos adquiridos por la patronal del sector», según fuentes sindicales, vivió ayer sus momentos más tensos. Una mujer de unos 50 años con movilidad reducida, estuvo cerca de tres horas esperando a la ambulancia, tras sufrir vómitos, mareos y desvanecimiento en la sede de Cocemfe. Finalmente, debido a su estado y tras obtener como respuesta que había «lista de espera» para emergencias de ese tipo, un miembro de la propia Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica tuvo que trasladarla en una furgoneta particular, adaptada para silla de ruedas, al Hospital Arnau de València.

Aunque los servicios mínimos están garantizados durante los días que se prolongue esta huelga indefinida, y las ambulancias del SAMU están trabajando al 100 por cien, la falta de Soportes Vitales Básicos pone de manifiesto los muchos servicios de emergencia a los que se destinan este tipo de ambulancias sin médico y que con motivo de la huelga está provocando cierta desatención al ciudadano.

Ejemplo de ello fue el caso de esta mujer que acudió a hacer una gestión a la sede de València de Cocemfe a las 11.30 horas de ayer. Estando allí, esta persona ha empezado a «sentirse mareada, con vómitos y sin estabilidad en el cuello», según relata un testigo de lo ocurrido. «Le hemos sacado una silla de ruedas y hemos llamado al 112, pero su solución ha sido mandar al médico del centro de salud más cercano», explica Juan Mondéjar, presidente de Cocemfe.

Cuando el médico de urgencias del centro de Nou Moles «se ha podido liberar de lo que estaba haciendo ha venido para atenderla y le ha hecho un boletín para que llamara a una ambulancia», relata Mondéjar. Es entonces cuando se ha vuelto a solicitar una ambulancia y les han notificado que estaban de huelga y que tenían que ponerse en «lista de espera». «Hasta ese momento nos sabíamos siquiera que había huelga de ambulancias», reconocen.

Viendo que a las 14.45 horas no había ni rastro del envío de una ambulancia, y dado el estado de la mujer, un miembro de Cocemfe ha ido a por un vehículo adaptado y han trasladado a la mujer hasta el Hospital Arnau en este vehículo particular, donde quedó ingresada. «No hay derecho a esto, hay que ponerse en el lugar de los pacientes», critica Mondéjar.

La jornada de huelga de ayer, convocada por UGT, y apoyada por CCOO, Intersindical Valenciana y Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F), vivió también momentos de confrontación cuando la Policía Nacional procedió a la identificación de los técnicos en emergencias sanitarias que se habían concentrado a las puertas del Hospital General de València.

Según la explicación que les dieron los agentes a los manifestantes, no tenían autorización para concentraciones masivas, por lo que optaron por reorganizarse en grupos de veinte y acudir a distintos hospitales. De igual modo, desde UGT-PV se solicitó a la Delegación de Gobierno celebrar dos concentraciones extraordinarias en los próximos días. La primera de ellas será el viernes 6 de julio desde las 9.00 hasta las 13.00 horas en la calle Micer Mascó a las puertas de la Conselleria de Sanidad. Asimismo, el próximo martes 10 los técnicos en emergencias sanitarias se volverán a concentrar frente al Palau de la Generalitat.

Entre sus reivindicaciones está lograr «un convenio justo después del incumplimiento del acuerdo del 30-6-2017», así como las mejoras de las retribuciones y las condiciones de trabajo. También quieren protestar «contra la subrogación irregular y el intrusismo profesional».