El Consell puede encontrarse con un problema con los sindicatos de la Función Pública en el último tramo de legislatura. Los representantes sindicales mantienen posturas muy alejadas de las de la consellera de Justicia y Administración Pública, Gabriela Bravo, sobre la solución a los interinos de larga duración y avisan ya de movilizaciones.

Tras el fracaso del encuentro (la Mesa General de la Función Pública) desarrollado ayer, anuncian una concentración para la semana que viene respaldada, en principio, por todas las fuerzas sindicales representadas en la Mesa. Ninguna firmó ayer el plan de estabilización laboral.

La discordia está en la parte que toca a los interinos de larga duración de la Generalitat. Los sindicatos reclaman una excepción para este colectivo, de forma que tenga una «ventaja» en la puntuación para acceder a las plazas sobre los empleados de otras administraciones.

La conselleria, señalaron ayerr fuentes de la Federación de Servicios Públicos de UGT, lo rechaza. Esgrime argumentos de legalidad para que los interinos no cuenten con ventaja alguna.

Los sindicatos, explicaron las citadas fuentes de UGT, defienden que se trata de un personal que ha crecido sobre manera a causa de las disposiciones del exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, contra el aumento de plantillas públicas. La consecuencia es un aumento de la temporalidad que ha llevado incluso a un toque de atención a España por parte de la Unión Europea.

Sostienen las fuentes sindicales que el rechazo a las ventajas incluso afecta a funcionarios de carrera de grupo inferior, que han ascendido de posición pero de manera interina.

Los representantes laborales sostienen que tras muchas horas de negociación no han conseguido llegar a acuerdos con la consellera y creen el momento de pasar a las movilizaciones.