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En domingo

Al rescate del "barco" que desafía al desierto

El Instituto de Restauración del Patrimonio de la UPV realiza un proyecto para rehabilitar el edificio de origen español que da nombre a la ciudad marroquí de Tan Tan

Figuración del barco español de Tan Tan. Foto: IRP/UPV.

Tan Tan, con sus más de 70.000 habitantes, es una de las ciudades más pobladas del árido sur de Marruecos. Entre mayo y junio alberga el Moussem, un encuentro anual de pueblos nómadas del Sáhara que agrupa a más de 30 tribus del desierto y que está protegido desde 2005 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Más de 800 jaimas llenan de colorido los alrededores de Tan Tan durante esta feria económica, cultural y social donde las tradiciones de los pueblos nómadas del norte de África se muestran en todo su esplendor.

Esta urbe, también conocida como la puerta del desierto, tiene su origen en un puesto militar español construido en 1940 cuando esta parte de la actual provincia de Guelmim-Oued Noun formaba parte del Protectorado Español «al sur de Marruecos» establecido en el tratado de Fez (1912) y que ocupaba una amplia franja que iba desde la costa atlántica hasta la frontera con Argelia y limitaba al sur con el paralelo 27º 40´ N, línea trazada sobre el mapa que daba paso al entonces Sahara Español.

Durante los 46 años de vigencia de este Protectorado sur, el ejercito español apenas ocupó varios enclaves de la franja litoral en forma de fuertes y puestos militares, como Tan Tan o, a unos 200 km al sur, Cabo Jubi, la actual Tarfaya que es el punto más próximo entre el continente africano y Canarias.

Las viejas construcciones que dejó el ejercito español languidecen hoy bajo un combate inexorable contra el tiempo que las autoridades marroquíes, tanto estatales como regionales, se resisten a perder. Para ello han solicitado la ayuda del área de Arquitectura del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio (IRP) de la Universitat Politècnica de València (UPV) que, en colaboración con mandatarios locales, desarrolla diversas iniciativas para preservar el legado español en ciudades como Tánger, Tarfaya o la propia Tan Tan.

En el caso de esta última la intervención cobra gran relevancia porque se trata de actuar sobre un edificio singular en riesgo de desaparición que da origen al topónimo de la capital del Moussem, el llamado barco español.

Actuación en zona inundable

Tan Tan está cerca de la desembocadura del amplio y desértico valle del río Draa, el más grande de Marruecos. De hecho uno de los afluentes divide en dos la ciudad. Se trata de un oued o rambla por donde solo corre el agua durante la época de lluvias. En este cauce seco los militares españoles levantaron una serie de «barcos» de ladrillo y hormigón que, durante la época de inundaciones, servían de zona de recreo al simular navíos que parecían desafiar al desierto «navegando» a contracorriente.

Este «barco» español, pues ya solo queda uno, es muy querido por los habitantes de Tan Tan al considerarlo el elemento fundacional de la ciudad. De hecho, en su cubierta nace el topónimo que da nombre al municipio: un pozo que, cuando se secaba, el cubo metálico para sacar agua tañía «tan-tan» como una campana al tocar fondo.

El edificio esta muy deteriorado pues su «quilla» esta compuesta por rudimentarios bloques cerámicos que casi parecen adobe. La «cubierta» , un tablero de hormigón, también está muy dañada.

La propuesta de rehabilitación del «barco» español y de regeneración urbana de su entorno que acaba de presentar el IRP al gobernador de la región de Tan Tan, Hassan Abdelkhalki, el máximo representante de la Administración del Estado en la zona, y al presidente de la provincia, Salek Boulone, que encabeza la Administración regional, ha tenido una cálida acogida según destacan desde el instituto de la Politècnica.

«Coser la ciudad»

«Nuestra propuesta consiste en desarrollar sobre el cauce un parque inundable que permita coser la ciudad, actualmente divida en dos, y cuyo corazón sea el barco español», detalla el subdirector del IRP y responsable de su área de Arquitectura, José Luis Alapont.

El proyecto incluye un canal artificial con el fin de recoger el agua de las lluvias, solucionando así los problemas de inundación de la ciudad. Lo completan estructuras aterrazadas sin obra dura y con vegetación baja que permitan el paso del agua en caso de grandes avenidas. «Nuestra idea es que el lugar deje de ser el centro de la nada, un terreno baldío que separa en dos el municipio, para convertirse en el corazón de Tan Tan», añade el portavoz del IRP.

El parque inundable esta concebido como una gran ágora con zonas de juegos y áreas de esparcimiento. Un punto de encuentro pensado para dinamizar la ciudad donde el núcleo será el barco que la dota de identidad. El navío tendrá un gran velamen cuya función será generar zonas de sombra para que la cubierta pueda ser utilizada como escenario de eventos culturales o como cafetería, pues según Alapont «un bien cultural embalsamado o sin utilidad, destinado a la contemplación, solo genera gastos y acaba deteriorándose».

Otro elemento singular del proyecto del IRP para Tan Tan es la iluminación a base de luminarias en forma de árbol alimentadas con energías renovables y que por la noche generan nubes de luz. Rached Andaloussí, joven ingeniero de Caminos marroquí graduado en la Politècnica que colabora en los proyectos del IRP en el norte de África, detalla que este diseño es un homenaje a los nómadas del desierto, a los que se les llama «hijos de las nubes porque van allá donde les llevan las lluvias que hacen crecer la vegetación».

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