Tras el incendio de la Canyada, la población afectada por el fuego se agrupó formando asociaciones vecinales en defensa de la protección del monte para, posteriormente, unificarse creando la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia. Bajo un mismo leitmotiv, el cuidado de lo que ellos mismos definen como «pulmón verde del área metropolitana de València», esta organización está compuesta por 26 asociaciones, como Fòrum Ciutadà per la Sostenibilitat de Riba-roja, Centro de Estudios Medioambientales Granja Julia o la Asociación de Ecologistas de los Bosques del Turia, entre otros.
Gracias a sus iniciativas, en un esfuerzo colaborativo con instituciones como el Ayuntamiento de Paterna o la Policía Local, esta agrupación de vecinos ha conseguido en dos décadas que se mejoren las medidas de prevención del monte y se impulsen proyectos que promuevan el cuidado del «manto verde del Turia», como el de Patinyo o Canya viva, así como restauraciones paisajísticas.
En el año 2007 consiguieron que el tramo de cauce y riberas del río Turia, situado entre los municipios de Paterna y Pedralba, se declarase Parque Natural del Turia, estableciendo para este paraje un régimen especial de protección. Las temidas recalificaciones de suelo quedaban aparcadas.
Entre sus últimas medidas está la denuncia de la «cantidad ingente de porquería en la Vallesa», como señala Pellicer, y la demanda de asunción de responsabilidades ante esta negligencia a las autoridades. Asimismo, también han demandado ampliar las franjas contra incendios en la zona en otro intento más de «reivindicar la eficacia y concienciación por parte de las autoridades para dotar de medios a brigadas y determinados estamentos para que se actúe y trabaje en labores de prevención».
