Una vez se dio por extinguido el fuego, llegó el momento de las acusaciones y la exigencia de explicaciones. Ayer fue el PP a través de su portavoz de Medio Ambiente en las Corts, Elisa Díaz, quien pidió la comparecencia del president Ximo Puig en las Corts para justificar la gestión llevada a cabo por el Botànic. En esta línea, también exigió saber si el ejecutivo está trabajando en la distribución de ayudas o si bien «siguen de vacaciones». Díaz lamentó también que el presidente Pedro Sánchez prefiriera ir al Festival Internacional de Benicàssim y no visitara el puesto de mando en Llutxent.

Al cuestionamiento del PPCV no tardó en responder el síndic en las Corts, Manolo Mata. Calificó la intervención de Díaz de «carroñerismo político insultante» y salió en defensa de Puig asegurando que comparecerá en cuanto tenga los datos. Ahora bien; acusó a los populares de la herencia ahora recibida, porque fue durante la gestión forestal de los gobiernos del PP cuando se produjeron «los incendios más devastadores», y fueron sus errores los que han llevado al Botànic a revisar los protocolos y a «estar preparados» para afrontar desastres naturales «con las máximas garantías y seguridad».

Al cruce de acusaciones entre parlamentarios de las Corts, se sumó otro rifirrafe entre diputados provinciales de los mismos colores y también por el mismo motivo. El domingo, el PP en la diputación de València, liderado por Mari Carmen Contelles, recriminaba al gobierno socialista de Toni Gaspar que hubiera recortado 1'6 millones de euros a los municipios en ayudas para reparar los desastres provocados por los incendios.

Desde el departamento de presidencia indicaron que no quisieron entrar en una batalla contra el PP tan solo un día después de haber dado por extinguido un incendio que ha arrasado casi 3.000 hectáreas. Sencillamente, «no procedía». Por ello, a través de un comunicado Toni Gaspar lamentó que los incendios se usen para conseguir «protagonismo político irresponsable e improductivo» que busca el PP de Contelles.