La alerta amarilla por tormentas y lluvias que ayer activó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el interior de la provincia se ha extendido hoy a toda Valencia e, incluso, a la Comunitat Valenciana al completo, según la última actualización de los avisos meteorológicos de Aemet. Las tormentas afectarán sobre todo al interior y al prelitoral de Valencia, donde incluso podrían dejar granizo de hasta tres centímetros en algunas zonas.

La preemergencia, que entra en vigor a las dos de la tarde y finaliza a las diez de la noche de hoy, afecta a toda la provincia de Valencia por dos fenómenos: tormentas y lluvias de hasta 20 litros por metro cuadrado, aunque la Agencia Estatal de Meteorología advierte que "las precipitaciones serán menos probables en las zonas costeras". En concreto, espera "cielos poco nubosos o despejados con nubosidad de evolución diurna" y "chubascos y tormentas por la tarde en el interior que podrán ser localmente fuertes"; en el litoral, menor "probabilidad y de forma más dispersa y ocasional" también se podrían dar estas tormentas. Las temperaturas no experimentarán "cambios importantes".

En la ciudad de València, la predicción del tiempo elaborada por la Aemet vaticina cielos "muy nubosos" esta tarde y "ligeras precipitaciones", mientras que en el resto del litoral la situación variará en función de la ubicación: cuanto más al sur, más probables serán las lluvias y las tormentas, y cuanto más al norte, más posibilidad de que el sol se mantenga en el horizonte.

En el interior de la provincia sucederá justo lo contrario: cuanto más al norte, mayor probabilidad de que se formen y descarguen las tormentas (hasta el 95 % en puntos como Utiel), mientras que en la zona meridional se esperan algunas lluvias y una probabilidad de hasta el 60 % de que caigan en forma de tormenta.

Ayer, cuando también había alerta amarilla por tormentas en el interior de la provincia de Valencia, no llegó a formarse este fenómeno, que sin embargo sí afectó al interior sur de la provincia de Castelló y el norte de la de Alicante. En esas áreas cayeron más de 400 rayos, algo que inclusó obligó a realizar vuelos de vigilancia preventiva para detectar si había quedado algún relámpago latente que pudiese provocar un fuego, tal como ocurrió en el último gran siniestro que azotó la provincia: el incendio forestal de Llutxent, que obligó a evacuar a más de 3.000 personas de varios municipios.