Harían falta una veintena de camiones de capacidad máxima para mover toda la carne inmovilizada por la Guardia Civil y la Dirección General de Salud Pública en la operación llevada a cabo en junio contra la trama de empresas valencianas que presuntamente reintroducían en el mercado productos cárnicos pasados de fecha.

Pese a que en un principio se habló de 460 toneladas, la cantidad final de productos cárnicos inmovilizados en la operación ha llegado a las 700 toneladas según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la investigación. Se trata de jamones, carnes procesadas y embutidos almacenados en una treintena de establecimientos y que nutrían a esta red de empresas clandestinas que se dedicaban a «limpiar» las zonas que ofrecían un peor aspecto para después volver a reenvasar el producto, esta vez loncheado, y con una nueva fecha de caducidad.

Los responsables de Sanidad pudieron comprobar en la primera de las naves inspeccionadas de la trama, la de Alzira, que las condiciones de almacenaje de estos productos caducados dejaba, además, mucho que desear: sin envoltorio, por el suelo, con moho o ácaros y, en algunas ocasiones, en superficies donde había heces de rata. Además, la firma operaba de forma ilegal, sin ningún tipo de autorización ni registro sanitario.

La operación policial de junio concluyó con la inmovilización de esas 700 toneladas de produto en 30 establecimientos (entre otros en Alzira, Bocairent o Cheste) y con la retirada del mercado de todo aquel producto que permanecía a la venta en dos cadenas de supermercados con precios, cuanto menos, sospechosos: un kilo de jamón loncheado a 4,99 euros.

Además, desde la administración se optó por lanzar una alerta sanitaria a toda España ante la sospecha de que los productos cárnicos hubieran sido distribuidos fuera de la Comunitat Valenciana para evitar que fueran consumidos.

Destrucción en marcha

Ahora, tres meses después de la operación policial de incautación, ha comenzado el proceso de destrucción de todo el producto cárnico en mal estado. Precisamente esta semana, agentes de la Guardia Civil supervisaban junto a responsables de la Inspección Sanitaria la retirada de los jamones y otros productos almacenados en una nave sin rotular del polígono industrial de Novetlé. Se trataba de una de las intervenciones autorizadas por resolución judicial para empezar a destruir la carne inmovilizada.

Junto al producto de Novetlé, la administración también ha destruido por mandato judicial la carne almacenada en otra nave de Ontinyent, en total 66 toneladas. Por otra parte, algunas de las empresas investigadas han optado por acabar con la comida inmovilizada por sus propios medios: otras 15 toneladas almacenadas en 7 naves. La suma deja aún 619 toneladas de jamones y embutidos caducados pendientes de ser destruidos por mandato judicial.

La investigación de València forma parte de la abierta por la Guardia Civil en Extremadura -la denominada Operación Paola- contra una treintena de empresas que operaban allí de forma similar y que formarían una trama nacional para reintroducir en el mercado productos cárnicos en mal estado. La operación habría decomisado allí ???.??? kilos de jamones, embutidos y carnes no aptos para el consumo en varias naves de Badajoz.