La dirección nacional del PP quería cambios en la gestora de la provincia de València y los ha tenido, aunque han tardado más de lo esperado. El diputado Rubén Moreno, cuyo cese se conoció ayer, estaba en la cuerda floja desde que Pablo Casado ganó las primarias, si bien la prudencia y el intento de no abrir una guerra civil en el PPCV postergó la decisión. Pero, el relevo evidencia cierta debilidad de la presidenta Isabel Bonig, que en múltiples ocasiones ha rechazado cambios en la gestora.

Moreno, que fue la persona de consenso acordada por Génova y el PPCV para poner orden en la provincia tras la guerra desatada entre el entonces presidente provincial, Vicente Betoret, y la portavoz en la diputación Mari Carmen Contelles, fue la persona de referencia de Santamaría en la C. Valenciana. Y su apoyo, le ha pasado factural ya que Génova no estaba contenta y creía clave contar con alguien de confianza en un tiempo que incluye la confección de listas.

Todo apunta que la persona escogida será el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, quien se perfila como próximo presidente de la gestora. Adsuara apoyó desde el primer momento a Casado en las primarias, pero no había sido compensado por la dirección nacional. Además de ser un referente municipal, es persona de consenso y tiene buena relación con Bonig, de ahí que, de todas, sería la solución menos conflictiva.

Los nombramientos, con todo, se conocerán el lunes en un comité ejecutivo regional convocado ex profeso. Fuentes populares señalan que se producirá un cambio en la actual estructura de la gestora y se incorporarán más personas con la vista puesta en las municipales.

Junto a Moreno, también se ha comunicado la renuncia de Antonio Clemente, senador territorial, y quien en las primarias ejerció de representante electoral de Santamaría. De la purga se salva las diputadas autonómicas Blanca Garriguez y Maria José Català así como Juan Giner, persona de confianza de Bonig, que siguen.

Oficialmente el PPCV ha enmarcado las «renuncias» de Moreno y Clemente en la necesidad de que ambos se dediquen en exclusiva al Congreso y esta labor no merme el trabajo en la gestora de cara a las elecciones. En concreto, en el comunicado, Moreno asegura que «toma esta decisión habiendo cumplido con la misión que se le encomendó y para que su actividad en Madrid no afecte a las necesidades del PP de la provincia de Valencia en las elecciones». Desde el PPCV se subraya que la decisión ha sido consensuada con Génova para maximizar los esfuerzos en Madrid y en una provincia con 266 municipios que encara un periodo electoral significativo, dos responsabilidades que requieren de la mayor dedicación posible.

Según ha podido confirmar este diario, el asunto fue tratado entre Bonig y el secretario de organización del PP, Javier Maroto, en la entrevista de la semana pasada. Ambos cerraron los cambios en la gestora y pactaron los cambios. Aunque desde el PPCV se intenta dar normalidad al relevo, la salida de Moreno es un golpe a la autoridad de Bonig ya que en múltiples ocasiones la lideresa había sostenido que no habría movimientos y que Moreno seguiría. La crisis, con todo, podría ser mayor si Génova da entrada a Betoret o alguien muy próximo en el órgano provisional. El diputado está considerado como el principal referente crítico.