Cuando aún no se han cumplido cuatro años del aterrizaje en el parlamento valenciano, Podemos va camino de su primera revolución. Es la formación que más adelantada tiene la confección de sus candidaturas autonómicas para las elecciones de 2019. A falta de que las primarias dictaminen el orden exacto y de cerrar la negociación con Esquerra Unida, que podría ocupar el tercer puesto en las tres provincias (todos ellos de salida en las elecciones de 2015), la bancada morada sufrirá un cambio radical tras las elecciones.
Solo cuatro de los 13 diputados que llegaron a las Corts en 2015 (Beatriu Gascó, César Jiménez, Cristina Cabedo y Antonio Montiel) tiene opciones de entrar en la lista. Los dos que accedieron mediada la legislatura (Irene Gómez y Jordi Alamán) también aspiran a seguir, pero al menos dos terceras partes de los puestos de probable salida, además del candidato a la Generalitat y los cabezas de lista por Valencia, Alicante y Castelló serán nuevos.
Así, en Podemos emerge una nueva hornada con experiencia en otras instituciones, buena parte de ellos en ayuntamientos, y que dará el salto a la política autonómica.
Aunque 139 afiliados de Podemos optan a concurrir en la lista autonómica nombres como Rubén Martínez Dalmau, Enric Pla, Pilar Lima, Ferran Martínez, Jaume Monfort, Naiara Davó o Àlex Micó, que integran la lista de consenso que las grandes familias han pactado, apuntan a las Corts, aunque habrá que esperar al resultado para saber si todos tienen espacio.
De los nuevos, Martínez Dalmau (Teulada, 1970) es el más conocido. Ya fue seis meses diputado en el Congreso y esta semana unas declaraciones suyas en las que dejaba entrever que Podemos podría apoyar a Mónica Oltra como presidenta en 2019 frente a Ximo Puig han generado tensión en el Pacte del Botànic y una airada reacción de los socialistas contra el virtual candidato de Podemos.
Otro de los nombres que tendrá cabida en la lista por Castelló es Enric Pla (1959). Alcalde de Vinarós y profesor durante 40 años se presenta como la voz las comarcas del norte de Castelló, que aún no han tenido representación con Podemos en ninguna institución, aunque al frente de la candidatura apunta Irene Gómez, con una amplia trayectoria en Castelló con colectivos de mujeres inmigrantes. Dos senadores, nacidos ambos en València, Pilar Lima (1977) y Ferran Martínez (1988) se perfilan como los dos primeros de la lista por València, donde Podemos logró cinco diputados en 2015. Lima fue la primera senadora sorda en la historia de la Cámara Alta y Ferran Martínez es el responsable de análisis político del consejo ciudadano de Podemos. Por València opta también Jaume Monfort. Nacido en Gata (la Marina) hace 42 años es concejal y también profesor de ingeniería de la edificación en la Universitat de València y miembro de la ejecutiva de Podemos. También por València y en los primeros puestos estará Álex Micó (1985), teniente de alcalde de Foios y que en la actualidad colabora de forma profesional en la delegación Transparencia y Gobierno Abierto de la Diputación de València. Por Alicante, donde Podemos logró cinco diputados en 2015, la gran novedad junto a Dalmau será la de la alcoyana Naiara Davó (1991), concejal de Guanyar Alcoi y licenciada en Políticas y Ciencias de la Administración. También opta la diputada en el Congreso Rosana Pastor, aunque no en la lista de consenso.
Sonados abandonos
Mientras, la operación salida es extensa. A los abandonos precipitados de Sandra Mínguez (dos por València en 2015) y Marc Pallarés (tres por Castelló) se une la anunciada hace unas semanas de Fabiola Meco y las del portavoz de Economía, uno de los negociadores con el Consell de los presupuestos de 2019, David Torres; el neurólogo argentino afincado en València Daniel Geffner; la número uno por Alicante en 2015 Llum Quiñonero o el expresidente de la federación de sociedades musicales, el alcoyano Josep Almeria. La más sonada será la del actual líder Antonio Estañ que deja las Corts. A ellos se une la primera tránsfuga de la legislatura, la alicantina Covadonga Peremarch que lleva toda la legislatura cobrando del parlamento sin que se le conozca iniciativa alguna.
