Llevar un año esperando para entrar en quirófano, que te citen tras soportar doce meses de dolores y que, el día de antes de la operación, el Hospital Clínico de València anule la cita, «no tiene nombre». Es lo que le ha pasado a Vicente, un vecino de València con problemas de movilidad que lleva desde finales del año pasado esperando a pasar por el quirófano.
El problema es su hombro izquierdo. Años de forzar la articulación para poder moverse (se le quedó la parte derecha paralizada en 2001 a raíz de un ictus) le han pasado factura y tras someterse a rehabilitación durante varios meses, el año pasado en noviembre le enviaron a hacerse las pruebas del preoperatorio al ver que la cirugía era su única solución. «Ya le llamarán», le dijeron.
Y Vicente esperó la llamada. Lo hizo hasta que en octubre del año pasado, cansado de hacerlo, presentó una queja ante el Hospital Clínico -centro del que depende- pidiendo ser operado «con la mayor celeridad posible» ya que a su falta de movilidad se une una rotura de menisco derecho y necesita utilizar «correctamente el lado izquierdo» para poder valerse. De hecho, es el lado en el que lleva el bastón.
La respuesta que le dieron desde el Hospital Clínico fue descorazonadora: que habían notificado al Servicio de Traumatología su caso pero que la presión asistencial para este tipo de problemas era «enorme y aumenta constantemente». Además y pese a que él acumulaba ya un año de espera, su caso no era el peor. «Pacientes con diagnósticos y procedimientos semejantes y mayor tiempo de espera, se encuentran desgraciadamante todavía pendientes de intervención», era la explicación que recibió.
A los pocos días de recibir la respuesta a la queja, sin embargo, el teléfono de Vicente por fin sonó. «Me dijeron que empezara a tomarme las pastillas que me habían mandado un año antes y que el 15 de noviembre me operaban por la tarde», explica. Y así lo hizo. La sorpresa vino cuando el día 14 y a solo 24 horas de entrar en quirófano el teléfono volvió a sonar. Era el Servicio de Traumatología del Hospital Clínico. «Me llamaban para decirme que se anulaba la operación, que no había camas disponibles en el Clínico, esa fue la única explicación. Y así estoy, esperando de nuevo fecha». Y con dolores.
Afectado por el plante médico
Vicente cree, sin embargo, que la falta de camas argumentada fue solo «una excusa que puso el hospital» porque su operación se programó justo la misma semana en la que especialistas de todos los hospitales valencianos empezaron a descolgarse de las operaciones que se hacen por la tarde para aliviar las listas de espera, el llamado autoconcierto, tras el cambio aplicado por la Conselleria de Sanidad de pasar a pagar por horas a pagar por intervención, decisión muy contestada por los profesionales de varias áreas.
Siguiendo las fechas del conflicto, a Vicente se le citó el día 6 de noviembre, cuando el plante estaba cuajando. Cuando le llamaron para anular la cita, el día 14 de noviembre, el plante se había extendido ya a todos los servicios de Traumatología de los hospitales públicos, hasta tal punto que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, citó a la sociedad científica de Traumatología una semana después para acercar posturas con los especialistas y ver cómo podían resolver el problema, aunque ya de cara a enero porque las operaciones siguen sin programarse.
La «excusa» de la falta de camas parece que fue, realmente eso, una «excusa» ya que el propio Hospital Clínico ha reconocido esta semana que no hay falta de camas en el Servicio de Traumatología y que, de hecho, sus traumatólogos como los del resto de la C. Valenciana, siguen sin operar por las tardes operaciones en lista de espera de la pública.
Para Vicente la relación causa-efecto entre el plante de los médicos y la anulación de su operación estaba «clara» y critica que se minimice el alcance del desencuentro entre los especialistas y la Conselleria de Sanidad como ha hecho la propia consellera que llegó a negar que se hubieran anulado intervenciones, porque, al final, «por causa de esto tengo yo que padecer un año este dolor de hombro y sigo sin fecha».
