La irrupción de Vox en el panorama político no solo ha generado inquietud en las filas de la izquierda, también el bloque de derechas se agita ante un fenómeno inédito en la democracia valenciana, el de la irrupción de un partido de derecha radical que habla abiertamente de eliminar las autonomías o derogar derechos.
Uno de los partidos que puede verse afectado por el ascenso de Vox es Ciudadanos. En la formación naranja no tienen de momento clara la estrategia a seguir si este partido entra en las instituciones tras las elecciones de mayo de 2019. La dirección autonómica aún no ha abordado esta cuestión formalmente, pero las fuentes consultadas discrepan sobre si deben poner una línea roja a la formación ultra y en ese caso dónde habría que situarla.
El debate está ya latente. Algunos cargos autonómicos del partido sí ven necesario una especie de «cordón sanitario» que se situaría en rechazar un posible pacto de legislatura o que la formación ultra asuma áreas de poder en un Consell tripartito con Cs y el PP. Un diputado afirma que a Ciudadanos no le gustan los extremos: «ni Podemos, ni Compromís, ni Vox».
Sin embargo, en el partido naranja también hay voces partidarias de rechazar de antemano cualquier tipo de línea roja o cordón sanitario con la marca de ultraderecha y no descartan obtener su apoyo en el futuro para poder gobernar las instituciones valencianas.
«Si nos apoyan por ejemplo en una investidura no se rechazarán los votos, pero un acuerdo de gobierno difícilmente se producirá», resume un cargo de la dirección. «Es un ideario que no compartimos», dice otro.
El mismo dilema que en España
Lo que empieza a detectarse es, a escala autonómica, el mismo dilema abierto en España, donde el candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, rechaza cualquier acuerdo con la extrema derecha mientras Albert Ribera prioriza un pacto con el PP en Andalucía pero sin descartar a Vox.
«Dialogar vamos a dialogar con todos, no podemos dejar de hablar con nadie», ha dicho en público el portavoz y candidato a las primarias al Ayuntamiento de València, Fernando Giner.
Pero hay incluso en Ciudadanos quien desea que el PSPV de Ximo Puig obtenga un buen resultado para dejar abierta la posibilidad de un entendimiento futuro en el Consell, aunque los pactos dependerán de lo que decida la dirección nacional que comanda Albert Rivera.
Con todo, la visión más extendida es repetir la estrategia en Andalucía, que, de momento, no pasa por un tripartito con PP y Vox. Referentes como el más que posible candidato a la Generalitat, Toni Cantó, han optado por hacer el vacío a Vox. Cantó aún no ha citado por su nombre al partido de Abascal y en redes sociales suele hablar de un bipartito en Andalucía con el PP pero sin citar a Vox.
Además, también hay dirigentes de Ciudadanos que creen que Vox moderará sus posiciones cuando entre en las instituciones e incluso hay quien ve que si llegan a las Corts se podrá buscar acuerdos puntuales en enmiendas o iniciativas parlamentarias como se hace con otros partidos.
