"La salud mental siempre ha sido la hermana pobre de la atención sanitaria, ya que es el aspecto de la salud en donde menos se ha invertido tradicionalmente", ha afirmado en la Fundación Cañada Blanch la catedrática de Psicopatología de la Universitat de València, Rosa Baños. "La salud mental es un derecho, un concepto que si bien lo tenemos muy claro cuando nos referimos a la salud física, no lo es tanto respecto a la mental", ha añadido la doctora en Psicología durante su conferencia "Salud mental en positivo: promoviendo el bienestar psicológico", con la que ha cerrado el XI ciclo ConekTalks de divulgación científica. Dirigido por Vicent Martínez, catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València y en el que colabora el Institut de Ciències Físico-naturals de la Institució Alfons el Magnànim, el ciclo forma parte del programa de actividades de la Cátedra de Divulgación de la Ciencia establecida entre la Fundación Cañada Blanch y la UV.

Rosa Baños ha resaltado durante su intervención que los avances que se han producido en la medicina y en el cuidado de la salud física durante el último siglo han sido espectaculares, por lo que hoy en día todo el mundo no solo cree que no debemos de estar enfermos, sino que hemos de promover todo cuanto mejore nuestra salud. "Y ese derecho -ha señalado- lo ejercemos tanto a nivel individual como social. A nivel individual, en el sentido de que nos implicamos cada vez más en conductas saludables y nos cuidamos más y mejor, atendemos nuestra dieta y el sedentarismo y exigimos además una atención sanitaria que nos garantice no solo no estar enfermos, sino disfrutar de una vida saludable. Pero todo eso se desdibuja y desaparece cuando lo trasladamos al ámbito de la salud mental".

La profesora de la Universitat de València ha lamentado que "todo lo que en las últimas décadas han sido unos enormes avances en la medicina, en la promoción de la salud, la prevención y el trato de la enfermedad, de lo que debemos de estar tremendamente satisfechos, cuando lo trasladamos al campo de la salud mental el ritmo de avance no ha sido igual". Así, ha significado que con los niños, desde que son pequeños, "no tenemos ningún tipo de educación emocional, ni los enseñamos a construir una autoestima mucho más adaptativa, ni tampoco los preparamos para desarrollar relaciones o habilidades con las que puedan relacionarse mejor con los demás; es decir, no atendemos a nuestra salud mental".

La salud no es solo la ausencia de enfermedad

Por otra parte, se ha referido a los conceptos acuñados en 1947 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que define la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". "Unos conceptos -ha dicho- que no han llegado del mismo modo a calar en lo que se refiere a las estructuras o los cuidados sanitarios". En este sentido, y atendiendo a la declaración de la OMS, ha recalcado el mensaje de que todos los ciudadanos tienen derecho a la salud mental, a cuidarla y promoverla y, al igual que son atendidos ante un catarro o una gripe, han de exigir unos buenos servicios asistenciales ante otros tipos de problemas.

Del mismo modo, ha insistido en que hay que entender que la salud mental no es solo la ausencia de un trastorno mental, ni que tampoco haya que calificar solo como perturbación mental las alteraciones graves como la esquizofrenia, la depresión o la anorexia, "sobre los que se ha de invertir en su mejor comprensión y tratamiento, aunque afortunadamente solo afectan a un porcentaje pequeño de la población".

Por el contrario, ha expuesto que existe una gran mayoría de ciudadanos "que muestran una serie de problemas que se encuentran en el límite de lo que podríamos considerar trastornos mentales que, ante la falta de una atención adecuada, pueden dar lugar a mayores alteraciones, con la infelicidad que ello comporta tanto al afectado como a su entorno social o familiar". Ante esos problemas, la doctora en Psicología ha resaltado que "tenemos exactamente el mismo derecho a que los recursos sanitarios los atiendan, del mismo modo que tenemos derecho a que atiendan una gripe, una fractura de fémur o un embarazo".

El sistema de asistencia por fases de Layard y Clark

Es en este contexto en el que Rosa Baños se ha referido a la conferencia que en 2006 pronunció el economista de la salud lord Raymond Layard, en la que señaló que la ansiedad y la depresión eran los mayores problemas a los que se enfrentaba el Reino Unido, ya que estaban ocasionando un impacto mayor que cualquier otro problema social por la infelicidad que causaban tanto a las personas afectadas como a las que estaban a su alrededor. Un impacto que, cuantificado en dinero, ocasionaba unas pérdidas millonarias ante la caída de la productividad y las bajas laborales, por lo que aseguraba que toda libra que se invirtiera se vería multiplicada.

Raymond Layard estableció una especie de alianza con David Clark, un psicólogo clínico muy conocido, y ambos pusieron en marcha un movimiento llamado "Improving acces to psychological therapy (IAPT), que supuso el inicio de un gran cambio en el tratamiento de la salud mental en el Reino Unido. Layard y Clark convencieron al entonces primer ministro laborista Gordon Brown para que invirtiera en mejorar la salud mental de los británicos, tratando especialmente la depresión y la ansiedad, un compromiso que posteriormente han mantenido los gobiernos de los conservadores David Cameron y Theresa May.

El IAPT consiste en un sistema de asistencia por fases en el que, según ha detallado la catedrática de la UV, ante la aparición de un problema leve de salud mental, el afectado puede acudir a un servicio no muy especializado como puede ser, por ejemplo, un psicólogo de atención primaria o un consejero de proximidad. Y a medida que el problema se agrava, el paciente puede ir subiendo por el sistema de jerarquía, porque lo que Raymond Layard señalaba es que no tenía sentido invertir en el último peldaño asistencial y no en los inferiores.

Sentirse bien no es únicamente no estar loco

En este sentido, la doctora Baños ha considerado que sería completamente necesario instaurar un sistema similar al británico en nuestro país. "Acercar la psicología como ciencia y como disciplina -ha señalado- podría ofertar soluciones a muchos problemas que hacen infelices a las personas, porque este tipo de movimiento, que también se está proyectando cada vez más en Estados Unidos y en otro países, plantea la necesidad de trasladar las intervenciones psicológicas eficaces allí donde se necesitan en la dosis indispensable". Sin embargo, ha expuesto que no necesariamente debería estar a cargo exclusivamente de psicólogos profesionales o especialistas, sino por expertos de otros ámbitos, "maestros, higienistas o periodistas, por ejemplo, porque cada uno podemos tener un rol diferente en lo que es la diseminación de este tipo de herramientas que pueden ayudar a promover el bienestar de las personas y hacer que este tipo de herramientas y estrategias basadas en la evidencia, es decir, con un aporte científico, se puedan diseminar de una manera fácil y eficaz".

Asimismo, ha explicado que "todos tenemos el derecho a sentirnos bien y si además hay distintas disciplinas de la ciencia que nos pueden ayudar a lograrlo, debemos utilizarlas con todos los recursos que existen, teniendo en cuenta que sentirnos bien no solamente es no estar locos, sino poder desarrollar todas las potencialidades que tenemos de crecimiento". Se trata, ha reiterado la conferenciante, de una labor interdisciplinar e interprofesional en la que no solamente participen los psicólogos, -"que ya los hay en colegios y empresas, pero no es suficiente, porque necesitamos que también los haya en los centros de atención primaria, en los hospitales y en otros lugares"-, compartiendo y colaborando con otros profesionales.

Además, se ha referido a una serie de herramientas como son las tecnologías -Internet, los dispositivos móviles, etc- que pueden servir para que las personas afronten los problemas de un modo eficaz y sin gran coste. "Disponemos de muchas herramientas -ha afirmado- que nos pueden ayudar a aprender a resolver problemas mediante el uso de aplicaciones móviles, ya que nos ofrecen una cantidad ingente de datos que nos van a ayudar a mejorar todavía más nuestro conocimiento y comprensión de esos problemas, de cómo ocurren, de cómo se mantienen, de cómo empeoran o evolucionan y de cómo se pueden resolver".

Prudencia ante las aplicaciones que solo venden humo

La psicopatóloga de la UV ha indicado, por otra parte, que si bien las tecnologías van a ser fundamentales "en la promoción del bienestar, en la regulación de las emociones, en pensar de una manera más adaptativa o emocional y en mejorar las relaciones con los demás", hay que ser prudentes "ante la aparición de aplicaciones en el ámbito de la salud mental que solo venden humo". "Tenemos que ser muy cautos porque se ha abierto un negocio tremendo de venta de aplicaciones sobre tratamientos en la que muchas veces desconocemos quién está detrás", ha manifestado Baños, que ha exigido "una regulación mucho más rigurosa sobre todas las aplicaciones que se están diseminando en el ámbito de la salud, que venden promesas que no pueden cumplir y que en muchos casos pueden llegar a general problemas".

Así, se ha referido a que actualmente y a través de Internet se están realizando tratamientos e intervenciones breves con pacientes oncológicos, personas con dolor, depresión o ansiedad, o personas con problemas que no saben cómo abordarlos, pero que pueden encontrar con rapidez estrategias y herramientas que les pueden ayudar. "Pero han de ser -ha destacado- unas estrategias y herramientas siembre pasadas en la evidencia y que tengan detrás ciencia y datos de que realmente funcionan".

Rosa Baños ha finalizado su intervención afirmando que salud mental "no es solo carecer de un trastorno psicológico o psiquiátrico, sino que es mucho más, porque implica trabajar por nuestro bienestar a todos los niveles y además es un derecho, aunque debemos también ser muy proactivos en esta labor por nuestro bienestar, ya que actualmente existen intervenciones, estrategias y técnicas que nos pueden ayudar a funcionar de una manera más óptima y a sentirnos mejor".