Los paros convocados por los sindicatos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) complicaron la vuelta al trabajo y a la actividad docente de miles de valencianos durante la primera jornada lectiva tras el fin de las vacaciones navideñas.

La franja horaria de huelga estaba convocada entre las 7.45 y las 9.45 horas por los sindicatos UGT, CC OO, SIF y SCF, en plena hora punta. Y de 9 a 10 horas por la CGT. La menor frecuencia de trenes provocó aglomeraciones en las estaciones más céntricas y de más afluencia como la de Ángel Guimerá, en la zona de trasbordos de las líneas 3, 5 y 7, donde se registró una elevada concentración de usuarios a primeras horas de la mañana, según informó FGV a la agencia Efe.

La huelga continua hoy martes desde las 11 hasta las 16 horas y el próximo viernes 11 de enero de 11 a 12 horas, de 19.15 a 21 horas y de 22 a 24 horas. En esta jornada se suma la convocatoria del Sindicato Ferroviario Intersindical Valenciana (SF-IV) que opta por convocar la huelga los «viernes, sábados y vísperas de festivos de 22 a 4 horas durante enero. Son paros que no pretenden hacer daño, a ninguna de las partes, pero sí dar muestra del malestar de los trabajadores y trabajadoras de FGV», explican desde el SF-IV.

La situación no va a cambiar si las negociaciones no avanzan entre los sindicatos, la dirección de FGV y la Conselleria de Obras Públicas. De hecho, hoy están convocados los trabajadores de FGV en una protesta ante el Palau de la Generalitat para reclamar una mediación de Presidencia de la Generalitat en el conflicto entre FGV y los trabajadores.

Detrás de la convocatoria de estas jornadas de huelga se encuentra «el desacuerdo en la negociación del XIII convenio colectivo (el XII se firmó en 2016)» y el incumplimiento de los compromisos adquiridos por la dirección de FGV y la Conselleria de Obras Públicas como «la recuperación salarial del 2,5 % anual durante cinco años» que nunca se ha llegado a ejecutar, señalan a Levante-EMV varias fuentes sindicales.

Un incumplimiento que se suma a la bajada del 15 % del sueldo que sufrieron los trabajadores de FGV tras el ERE y los recortes previos a los despidos masivos que redujeron la plantilla en «460 trabajadores menos que en diciembre de 2012», cuando aprobó el expediente de regulación de empleo.

Por eso les ha sabido a cuerno quemado la implantación del servicio nocturno del que, aseguran los trabajadores, no fueron informados a través del comité de empresa o el consejo de administración y se enteraron «por la prensa».