El curso pasado 8.819 familias valencianas solicitaron ayudas para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, unas becas del Ministerio de Educación (conocidas como becas MEC) que favorecen el acceso a terapias privadas.

La beca, de 1.800 euros al año, permite a los niños asistir 45 minutos a la semana a un logopeda y otros tantos a la semana a sesiones de pedagogía terapéutica. El curso pasado se beneficiaron 6.607 alumnos valencianos.

Este año se prevé el mismo número de solicitudes (o mayor), aunque la cifra de subvenciones concedidas será mucho menor. Y es que ya están llegando las resoluciones del ministerio y aquellos alumnos que cuentan con ayuda en el centro ordinario o asisten a un aula específica (aula de comunicación y lenguaje denomidas CyL) se han quedado sin la beca.

El temor de las familias a principio del curso escolar se ha cumplido. Las resoluciones que está enviando el departamento que dirige Isabel Celáa rechazan la beca a estos alumnos y lo hacen porque «ya tienen los servicios de reeducación pedagógica y del lenguaje cubiertos por el Gobierno autónomo o Administración competente en el centro escolar». Pero, ¿qué ha cambiado de un año a otro?

La plataforma TEA (Trastorno del Espectro Autista) pone el foco en una instrucción interna que a principio de curso envió la Dirección General de Política Educativa a todos los centros bajo el título «Orientaciones sobre solicitud de ayudas para el alumnado con necesidades especiales para el curso 2018-2019».

En la orden interna ya se advertía a los orientadores que realizan la propuesta de horas para cada alumno: «No podemos recomendar tratamientos o intervenciones que ya desarrolla el colegio porque es como reconocer que nuestra planificación es deficiente y hay que recurrir a un servicio externo». Y añadía: «El sistema no puede recomendar más horas de las que se ha considerado que son suficientes para atender a este alumno».

Cuando las familias conocieron este documento pusieron el grito en el cielo. Temían que aquellos que reciben atención en un colegio ordinario se queden sin ayuda externa. Y así está siendo aunque el Ministerio de Educación no da cifras de solicitudes y becas concedidas «porque los datos aún no son difinitivos».

Ahora bien, el director general de Política Educativa, Jaume Fullana, reconoce que la orden interna «fue un primer comunicado que no fue acertado en su redacción porque la idea era que si los alumnos tenían los recursos que necesitaban en el colegio no era necesario que los obtuvieran fuera del aula porque ya tenían el apoyo necesario dentro».

«Conducía a error»

Sin embargo, como la redacción «conducía a error», Fullana asegura que «se envió una segunda circular aclarando el tema y ordenando el acompañamiento a las familia a la hora de presentar alegaciones al ministerio por si se hubiera malinterpretado el texto».

Envió la circular, añade, porque «este año hemos ampliado los apoyos en compensatoria con más de 3.000 profesores y una inversión de 100 millones de euros. Nos creemos la inclusión educativa y por los cambios que hemos hecho emitimos la circular».

Sin embargo, desde la plataforma TEA asegura que el cambio ha supuesto «otro recorte más porque nos quedamos igual o peor, en lugar de sumar recursos».