El 18 de enero de 1990 Mateo Parrilla se disponía a escalar el cerro El Rincón. El desafío, que afrontó en solitario, terminó ese mismo día. Nadie supo nada más de este alpinista oriundo de València tras su expedición hasta el pasado domingo cuando un deportista tupungatino halló los restos momificados de un ser humano. Tras el macabro descubrimiento, el escalador regresó al Valle De Uco para avisar a las autoridades, según informa el diario argentino Los Andes.

Consciente de la ubicación del cadáver, un equipo de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza inició un operativo que tenía como objetivo rescatar el cuerpo sin vida del escalador y dar respuesta a dos preguntas: quién era el alpinista fallecido y cuánto tiempo había permanecido en la zona de Vallecitos.

El misterio del español al que se tragó la montaña podría resolverse 10.728 días después de su desaparición. El grupo de rescate encontró junto al cadáver la documentación de un hombre que tenía 35 años en el momento de la desaparición y cuyo nombre era Mateo Parrilla. El rescate se ha realizado en una zona de glaciares, por lo que las labores se prolongaron durante más de 12 horas como resultado de la complejidad que implica el trabajo en el glaciar del cerro, a más de 4.500 metros de altura sobre el nivel del mar.

"Es una zona de glaciares como mucho hielo cristal", aseguró a este diario el subcomisario Alejandro Alonso, responsable de la Patrulla de Rescate. Por más de 12 horas los socorristas sortearon los difíciles obstáculos de la cordillera mendocina hasta que llegaron al glaciar del cerro El Rincón, ubicado a 4.500 metros sobre el nivel del mar.

Según informan los medios locales, el hombre murió cargado con la mochila sobre su espalda, por lo que los investigadores coinciden en la hipótesis sobre los motivos del fallecimiento. Suponen que el alpinista pudo caer tras una pérdida de equilibrio. El impacto, en caso de que no fuese mortal, le impidió continuar con la travesía.

El fallecimiento del hombre se produjo hace muchos años, tal y como evidencia la momificación del cuerpo. Durante la revisión de archivos sobre desapariciones en la zona, el de Mateo Parrilla fue el único nombre que apareció.

Alejandro Alonso, jefe de la Patrulla de Rescate, declaró al diario Los Andes que solo consta el registro de su desaparición y que, sin embargo, "todo indica que el cuerpo pertece a Parrilla". La fiscalía será la encargada de realizar los estudios genéticos.

La Policía de Mendoza rastreó la zona en busca de Parrilla durante cuatro días, hasta el 23 de septiembre de 1990, después de conocer el testimonio de unos escaladores brasileños que aseguraron haber visto al valenciano muy cansado tratando de alcanzar la cima. Fueron los último en verlo con vida.