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Sanidad

La Fe registra retrasos de 15 meses para someterse a infiltraciones

La carga de trabajo desborda los recursos del hospital para un proceso cada vez más solicitado

La Fe registra retrasos de 15 meses para someterse a infiltraciones

Es muy común, hay mucha gente que lo necesita y, además, es un tratamiento que se hace de forma periódica. Esto, junto a la falta de dimensionamiento adecuado de los servicios que lo practican está provocando que haya retrasos «no deseados» en las listas para someterse a una infiltración (sobre todo las ecoguiadas) en el Hospital de La Fe de València de hasta quince meses en los casos que son menos prioritarios.

Así lo ha denunciado uno de los afectados que lleva exactamente desde el mes de marzo de 2018 esperando que le llamen de Radiología Intervencionista del centro hospitalario para someterse a una infiltración ecoguiada en la espalda que le calme los dolores que le provoca una protusión (una lesión menos grave que una hernia) en uno de sus discos lumbares.

Según este paciente -que ha presentado la correspondiente queja ante el servicio de atención al paciente, SAIP- todas las veces que ha llamado para interesarse por cuándo podría ser atendido le han asegurado que había «mucha demora, o que no había salas disponibles para hacerlo o que había hasta cuatro carpetas de pacientes para infiltrar» y mientras, él aguanta «cada día de peor manera» el dolor de su lesión en las lumbares.

Los más graves, primero

Oficialmente desde el Hospital La Fe reconocen que el tiempo de espera se puede estar alargando «más de lo deseable», sobre todo en pacientes con una patología «menos grave» ya que hay muchos que atender y se prioriza a aquellos en los que el grado de dolor o su afectación funcional es más alta. «Se atiende a pacientes crónicos con tratamientos periódicos y no solo a los de primera visita. Además el hospital es centro de referencia y recibe solicitudes de pacientes de otros departamentos de salud», argumentan para justificar el estado de la lista de espera. Desde dentro del servicio de Imagen Clínica del hospital reconocen que hay «mucho trabajo» y que, precisamente, las infiltraciones son un proceso que cada vez se hace más. «Los problemas degenerativos y, por tanto, dolorosos de la columna cada vez van a más entre la población por nuestros propios estilos de vida y tenemos una barbaridad de pacientes y además como solo se trata el dolor pero no la causa, es habitual que tengan que venir más veces. Esto puede hacer que se esté desmadrando la lista de espera», aseguran profesionales del área.

Aunque las infiltraciones se hacen en varios servicios -también en Traumatología, en Radiología o en Rehabilitación- las que comprenden la columna y necesitan ir dirigidas por imagen sí necesitan de especialistas en radiología intervencionista y de un equipo especial «quirofanizado» en condiciones de asepsia, lo que supone otra traba para aligerar las listas. «Se trabaja de mañana y tarde», defienden. Aún así, hay casos en los que la espera está dejando de ser asumible por los pacientes. Las demoras para procedimientos de este tipo no son de dominio público por lo que es difícil saber si esta situación es puntual o crónica y si se repite en otros servicios de la sanidad valenciana. La administración solo hace públicos los datos de la lista de espera para entrar a quirófano en intervenciones no urgentes y lo hace cada tres meses.

Precisamente la fluctuación de esta lista de espera quirúrgica es es uno de los principales caballos de batalla políticos por lo que la Conselleria de Sanidad dedica más de 15 millones al año para intentar reducirla tanto por medios propios abriendo los quirófanos fuera de hora (autoconcierto) como derivando a clínicas privadas (plan de choque). Una de las últimas medidas ha sido la de cambiar la forma de retribución para los profesionales para hacer estas horas extras más atractivas.

Sin actualizar la lista de espera

Además, el año pasado se optó por incluir también en este plan de autoconcierto para hacer más con medios públicos ciertas pruebas diagnósticas también con lista de espera, como TAC, ecografías, resonancias o colonoscopias.

El impacto de estos cambios introducidos a finales del año pasado en las listas de espera, no ha podido ser, sin embargo, valorado todavía ya que los resultados del último trimestre, el primero del año, todavía no se han publicado.

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