Desde hoy y hasta el próximo 16 de octubre la Conselleria de Medio Ambiente activa la prohibición de las quemas agrícolas en las zonas junto a terrenos forestales, colindantes o situadas a menos de 500 metros. Precisamente en los puntos que más dificultad entrañan para la entrada de máquinas trituradoras, o para la retirada de los restos agrarios, tal como advierten desde la Asociación Valenciana de Agricultores y la Unió de Llauradors i Ramaders. Tanto Juan Salvador Torres (AVA), como Carles Peris (la Unió), secretarios generales de ambas organizaciones, apoyan sin fisuras la política de no incrementar el riesgo de incendios, siempre que ello no implique gastos extras para el agricultor. «Estamos dispuestos a recorrer el mismo camino que la conselleria, siempre que nos den alternativas o ayudas», espetaba Peris. De lo contrario, vaticinaba «lío con un sector muy castigado».

Medio Ambiente recuerda que se entiende por «quemas agrícolas» las de márgenes de cultivo o de restos agrícolas o forestales, así como la quema de cañares, carrizales o matorrales. No obstante, los municipios que cuenten con planes locales de quema con regulación especial (aquellos que tienen planes locales de quema aprobados en los que se permiten las quemas agrícolas en julio, agosto y septiembre, con las condiciones específicas establecidas en cada plan) podrán realizar las quemas siempre que se ajusten a los requisitos establecidos para la citada regulación especial y cuando el nivel de preemergencia por riesgo de incendios forestales sea 1 y hasta las 13.30 horas, como máximo.

Desde conselleria ayer se incidía en que se trabaja para que la gestión de los restos agrícolas se encamine hacia su valorización «sin que suponga un perjuicio para los agricultores, ni un esfuerzo, ni un coste añadido a las explotaciones agrarias, especialmente en áreas de montaña». Se trata de zonas en las que el riesgo de incendio por negligencias es elevado porque, a su vez, pueden desempeñar un papel fundamental como cortafuegos cuando están trabajadas. Se incidía también en que más del 80% de los fuegos tiene causas humanas y, dentro de estas, la eliminación de restos agrícolas es una de las principales.