P ¿Qué valoración hace de los resultados electorales?
R Es evidente que han sido negativos en general. Tiene que ver con factores internos y externos y hay que hacer toda la autocrítica necesaria y tener un debate honesto y útil para plantear soluciones ahora que se abre un nuevo ciclo electoral.
P En Podemos Asturias aseguraron que pedirían responsabilidades. ¿Se plantean lo mismo?
R Todas las direcciones tenemos responsabilidades. A nivel municipal, autonómico y estatal. Dentro de esa reflexión habrá que ver dónde se ha fallado más. El trabajo más precario ha sido a nivel municipal. Cualquier cargo interno de Podemos debe tenerlo a disposición.
P ¿Pedirán dimisiones?
R Hay que verlo, no para buscar culpables si no soluciones y a partir de ahí, hablo por mi mismo, hay que ver dónde se es más útil. No hay que atornillarse a los cargos y por eso no me presunto a cargos públicos, pero tampoco hay que saltar inmediatamente del barco cuando las cosas van mal.
P En el caso de las municipales, con nefastos resultados en València, ¿qué ha pasado?
R Hay factores de tipo externo que nos afectan a todo, como puede ser el ataque sistemático del stablishment a Podemos que va calando. Ha habido desmovilización, pérdida del miedo a la extrema derecha y factores internos que sí que podemos controlar. En València se ha trabajado bien pero igual no se ha acabado de consolidar un espacio propio donde había dos fuerzas potentes como PSPV y Compromís.
P ¿Faltan liderazgos?
R Creo que los liderazgos siempre son necesarios, como tener referentes territoriales. Puede que nos haya faltado crear liderazgos en clave territorial y local, pero implica más tiempo, recursos y una estructura de partido que con esta aceleración de estar a lo urgente y no lo importante no se ha podido construir.
P ¿Fue buena idea la bicefalia de no ser usted el candidato en favor de Rubén Martínez Dalmau?
R Nuestros resultados autonómicos, no siendo los deseados, son de los menos malos y nos da la oportunidad de decantar de qué lado cae el nuevo gobierno: si queremos que sea un Botànic II más ambicioso o más conservador, y creo que podemos hacerlo sin tener un buen resultado. Yo ya planteé cuál era mi postura política, había que repartir las responsabilidades y creo que no ha sido mala idea. Ahora toca ver el papel que juega Rubén y en esa negociación del Botànic consolidar el proyecto a cuatro años.
P ¿La visibilidad es un objetivo?
R La visibilidad en política es muy importante. Medidas que llevábamos a cabo, como el copago farmacéutico, no se asocian a Podemos. P ¿Fue un acierto adelantar las elecciones autonómicas?
R Es cierto que hubo más movilización de voto progresista y benefició a Podemos y al Botànic, que pese a todo bajó respecto a 2015.
P ¿Podemos está en peligro de extinción?
R No. Corremos el riesgo de no ser lo que aspiramos ser. Hay que centrarse en las negociaciones para decantar las políticas que se van a hacer, más cuando el PSOE tontea con Cs. Luego habrá que plantear una reformulación del proyecto para ver qué ha ido mal.
P ¿Tendría un ataque de celos si Compromís pactara con Errejón?
R (Ríe) Son especulaciones. Más Madrid puede estar relacionado con Compromís. Les planteamos una alianza y ahora han visto sus limitaciones a nivel estatal. Espero que todas las decisiones impliquen ensanchar el espacio político. Una unión con nosotros lo ensanchaba, se vio en las estatales.
P Con los resultados de Madrid, ¿Errejón ha ganado a Iglesias?
R Uno de los errores de Podemos ha sido plantear las cosas como buenos y malos. Quien pierde la es la sociedad madrileña. Todos perdemos con los egos. Critiqué a Errejón porque contribuía a la imagen de conflicto interno.
P ¿Se ha planteado apartarse tras la falta de apoyo de Pablo Iglesias?
R No es personal. Creo que hay que avanzar en la plurinacionalidad interna. No me planteo dimitir por cuestiones de tipo personal, solo lo haría si viera que no soy útil. No creo que haya habido feos, pero a nivel político se podrían haber hecho las cosas de otra forma, en esa clave de proyecto de plurinacionalidad donde los territorios tuvieran más voz.
P ¿Por qué no hay una foto juntos en estos dos años?
R No lo sé, pero no porque se haya rechazado.Cuando hemos planteado reuniones las hemos tenido. En algunos mítines no he participado pero por priorizar a los candidatos. Ha habido muchos encuentros formales. Cuando se tuvo el debate de RTVE, le escribí para que tuviera en cuenta la infrafinanciación, porque la plurinacionalidad no es solo Cataluña. Hay una relación política.
P Hablemos del Consell. ¿Se conformarán con dos conselleries?
R Afrontamos la negociación desde el acuerdo programático y por eso planteamos la evaluación de la anterior legislatura, y a partir de ahí plantear el nuevo acuerdo. Si no se ven reflejadas, tendremos que evaluar si queremos estar en el gobierno. La relación de fuerzas tiene que ser la que dijeron los valencianos en abril. Es de sentido común.
P Entonces, ¿una conselleria Podemos y otra EUPV?
R Vemos legítimo que EUPV quiera una y se trabajará internamente. Es pronto aún sin saber la arquitectura institucional para hablar de números hasta que no haya un a acuerdo programático. Los votos están ahí y hay que encajar todo eso en una propuesta sensata. Si no tenemos claro hacia donde van las políticas, llega la inestabilidad. Queremos cambiar el modelo turístico pero... ¿Cómo? ¿Qué implica? Ahí llegan los conflictos. Espero que eso se pula lo máximo posible.
P ¿Se plantea no entrar en el Consell?
R Se ha expresado claramente que queremos estar en el Consell pero siempre y cuando se resuelvan cuestiones que se han dejado de lado. Si no se diera, tendríamos que replantearlo.
P No quiere hablar de números pero hablemos de carteras. Vivienda, Medio Ambiente...
R Hay algunas competencias que Podemos ha señalado y donde podría aportar más. Presionaremos para que Vivienda sea una clave del nuevo Consell porque ha habido deficiencias, aún hay desahucios y los alquileres no bajan. De ahí que vaya a pedirla, veremos. Lo mismo con la transición ecológica, el feminismo, los servicios sociales...
P ¿Mestizaje sí?
R Da estabilidad y da la visión de que las consellerias son de un gobierno y no de un partido. Ha tenido desventajas porque ha generado lentitud y disputas internas. Tiene que haber más flexibilidad y estar en los máximos espacios posibles.
