Cuarta sesión del cónclave botànico en su segunda versión corregida y aumentada. La entrada de Unides Podem propicia esa consecuencia directa: el incremento de carteras en el Consell, si bien el número definitivo está por cerrar: doce o catorce. Y la cifra podría ser impar si el líder del PSPV opta al final por reservarse un puesto de más para evitar hipotéticos problemas. La discusión de ayer, larga y farragosa, como la de la noche anterior, según los interlocutores, estuvo en la cifra de departamentos. Y acabó igual: sin pacto de momento sobre la estructura del nuevo gobierno a tres bandas.

Podemos quiso dar un paso atrás sobre lo hablado la víspera y regresar a la estructura que les parece más sensata: seis conselleries para el PSPV, cuatro para Compromís y dos para ellos, los morados aliados con EUPV.

La alternativa, como ya quedó claro la jornada anterior y ya había advertido en contactos precedentes, no convence a Compromís, pese a que en el primer tramo de la negociación llegó a verla viable. Los de Oltra no quieren la imagen de pérdida de poder que, en su opinión, supondría pasar de tener cinco carteras, como en la última legislatura, a cuatro. Su fórmula es un ejecutivo con catorce áreas: siete para los socialistas, cinco para la coalición y dos para Unides Podem.

Ahí quedó la discusión, entre un Consell de doce carteras o de catorce. Los socialistas están de acuerdo con ambas soluciones. Su condición es sumar tantos departamentos como las otras dos formaciones en su conjunto.

En el intercambio de posiciones, la novedad de ayer fue que Compromís accedió a que una de las carteras de los morados tenga rango de vicepresidencia, como el líder de Unides Podem, Rubén Martínez Dalmau, ha exigido.

La propuesta es una forma de atraer a los morados a la posición de Compromís. Podemos no tendría así tres áreas, como era su voluntad inicial, pero sí lograría la imagen de situarse en la cúpula de la estructura del ejecutivo.

Inicialmente, tanto la coalición valencianista como el PSPV habían expresado una negativa clara a conceder una cartera con rango tan alto a una fuerza que tiene una representación en las Corts (ocho diputados) mucho menor que la de los otrros dos socios. Se deberá resolver en las próximas horas si Podemos, para quien sería la vicepresidencia (no para EUPV), da por buena la fórmula. Y se deberá ver también si los socialistas elevan a la misma condición una de sus conselleries, como reclamaron cuando los morados formularon su exigencia.

La arquitectura final del nuevo Consell sigue por tanto en el aire, aunque será más poblada que la actual, de diez carteras. Eso se da por seguro.

Los socios sí acordaron ayer un calendario que marca el domingo como fecha límite para cerrar la negociación con la estructura del gobierno, la distribución del segundo escalón y el tipo de mestizaje en cada área. Para llegar con todo atado, esta tarde volverán a reunirse y todo parece indicar que los nombres de los consellers también estarán sobre la mesa antes de la investidura, marcada para el día 12, como pedía Compromís para evitar cambios de última hora.

El límite del domingo es el margen necesario para que los diferentes partidos convoquen a sus órganos de decisión y aprueben lo pactado. Un trámite, presumiblemente, pero ineludible.

Los socios se dejan el colchón del lunes por la mañana, cuando podía quedar algún fleco pendiente. El PSPV tiene previsto reunir a su cúpula por la tarde para valorar el acuerdo (previsible) de gobierno. Y lo mismo sucede con el resto de partidos.

Así, existen áreas que son irrenunciables para cada partido y coinciden, en su mayoría, con las que ya gestionan. Para los socialistas no se cuestiona tener el mando en Hacienda y posiblemente en Sanidad. Además, como avanzó este diario, Educación podría desgajarse y unir Cultura y Deportes en otra área, posiblemente junto a Turismo. Era una opción que veían con buenos ojos tanto PSPV como Compromís, para mantener Educación e Investigación unidas y, como se planteó, poder introducir Empleo.

Para Compromís es importante mantener esta cartera, como la de Economía. Sin embargo, una de las áreas que dirigían, Transparencia, ya no será de su cuota tras la marcha de Manuel Alcaraz. Ahora tendrán que decidir qué ocupan en su lugar y según algunas fuentes, podría ser Cultura.

Acuerdo interno de Unides Podem

Otras carteras quedan abiertas a la espera del reparto con Unidas Podemos, que tendrá que decidir de manera interna si EUPV debe quedarse con la segunda conselleria como ellos han exigido o, tras el nuevo reparto, establecen otra fórmula. En Podemos aspiran a Vivienda y Transición Ecológica, mientras que Rosa Pérez no ha ocultado su interés en retener Memoria Histórica como ahora gestiona en la diputación.

Aún así, aún quedan por cerrar algunos ejes. A lo largo de esta mañana se reunirá la subcomisión del contenido para definir los tres pilares del Botànic II que se unirán a feminismo, servicios sociales y cambio climático.

Instantes previos a entrar en la reunión, los portavoces de cada partido manifestaron su buena voluntad para negociar y reconocieron la dificultad dce ponerse de acuerdo entre los tres partido. «Exige un nivel de acuerdo y de detalle que requiere de muchas horas de trabajo», señaló Antonio Estañ.