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Decisión

La dimisión de Císcar abre el proceso de renovación del PPCV

El hasta ahora líder provincial en Alicante deja el mando popular en manos de Eduardo Dolón con el alcalde de Benidorm como número dos

La dimisión de Císcar abre el proceso de renovación del PPCV

Hace un tiempo que José Císcar venía meditando su salida de la dirección provincial del PP, a la que llegó hace ahora siete años durante el «interregno» de Alberto Fabra y una vez pasada la etapa de la pugna entre Joaquín Ripoll y Francisco Camps. Y ayer lo trasladó al comité ejecutivo provincial en una renuncia que abre el proceso de renovación del partido no sólo en Alicante sino en el conjunto de la Comunidad Valenciana tras la sucesión de batacazos del ciclo electoral. Su control sobre la estructura del PP ya no era el del principio. Aunque ganó en la provincia las primarias que se realizaron en el partido entre Soraya Sáenz de Santamaría, a la que respaldaba, y Pablo Casado por hacerse con el mando de Génova, el vuelco que dio el congreso con los votos de los compromisarios para dar finalmente la victoria a Casado fue un golpe demasiado duro. Desde entonces, como este periódico tituló en aquel momento, la figura de José Císcar tenía fecha de caducidad al frente del PP. Ya estuvo a punto de salir por decisión de Pablo Casado en plena campaña de las autonómicas pero entonces en Génova decidieron esperar y evitar un conflicto en una cita con las urnas que era clave.

Poco a poco, desde ese congreso nacional, fue perdiendo terreno frente a los casadistas. Y todo eso, unido a la debacle electoral del PP en los comicios valencianos y en las generales, allanó el camino para terminar de decidirse por abandonar la estructura orgánica y dedicarse en exclusiva al escaño que sí conservará en las Cortes Valencianas. Lo tenía claro desde hace un tiempo a pesar de que Génova había resuelto respetarle en los próximos meses para garantizar la estabilidad en el arranque del nuevo liderazgo provincial de Carlos Mazón, liberados ya de la figura César Sánchez, de excedencia en Madrid. Ya estuvo a punto de anunciarlo hace unos días en un escenario en el que Císcar ha tenido un protagonismo discreto en la negociación de los acuerdos locales. Pero, finalmente, optó por esperar hasta que se resolviera la constitución de los ayuntamientos el pasado sábado. Desde entonces, en el PP se ha buscado una solución que contará con el respaldo tanto de Génova como de la cúpula regional que encabeza Isabel Bonig, presente anoche en la despedida política de Císcar en la sede provincial del PP, y también del propio Mazón, futuro presidente de la Diputación y del partido. Confirmaron el carácter «personal» de la vía tomada por Císcar.

Y la salida que se encontró, según explicaron todas las partes, fue la «más natural». Eduardo Dolón, hasta ahora número dos provincial del PP y uno de los triunfadores de las elecciones municipales con su clara victoria en Torrevieja, asume la presidencia. Y Antonio Pérez, alcalde de Benidorm y el artífice de la otra gran mayoría absoluta de los populares en la provincia, se convierte en el nuevo secretario general. Hasta ahora ocupaba la presidencia del comité de listas. Toma carta de naturaleza, por tanto, una red de alcaldes con buenos resultados electorales que proceden de otra generación política y que, de momento, son los únicos que sostienen al PP. «Ponemos al frente del partido lo más potente que tenemos ahora mismo para intentar relanzar nuestra marca tras las elecciones», apuntaron fuentes conocedoras de una decisión que fue avalada de forma unánime anoche por toda la cúpula popular.

La opción de una gestora se descartó para evitar ofrecer una imagen de excepcionalidad y de inestabilidad que no le interesa al PP. Así que ahora Eduardo Dolón y Antonio Pérez toman el mando con la misión de intentar mantener a los populares a flote. La decisión tiene beneficios. Son las dos caras, junto a Luis Barcala y el propio Mazón, de la resistencia del PP en la provincia que registró los peores resultados para la izquierda. Pero, ojo, también tiene puntos en contra. Ambos alcaldes comprometen una brillante hoja de servicios electoral en un proyecto político que vive momentos difíciles. ¿Hasta cuándo? Llegarán a la convocatoria de un congreso que puede adelantarse a los plazos ordinarios en el momento que Carlos Mazón encarrile su mandato en la Diputación.

El propio Císcar aseguró que se trata de una «decisión estrictamente personal». «Llevo siete años al frente del PP en la provincia de Alicante, y nuestro discurso durante estos años ha sido de regeneración y renovación, y como he dicho a mis compañeros de dirección, me fallaría a mi mismo: si alguien que propugna esa renovación y regeneración a través de dos congresos y dos convenciones provinciales no predicara con el ejemplo, no seria creíble», manifestó. Císcar manifestó que lleva en política «en puestos de choque» veinte años cuando accedió a la alcaldía de Teulada. «Entiendo que ahora el propio presidente tenía que dar un paso al frente, para que no se piense que lo predicamos solo para los demás, esto de la renovación, sino que todos tenemos que ser consecuentes con ese discurso», concluyó.

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